SanCor, la mayor cooperativa láctea argentina, anunció el cierre transitorio de varias de sus 15 plantas en medio de una grave crisis financiera, en parte gracias a la millonaria deuda que tiene Venezuela.
La caída del consumo interno, la falta de materia prima por factores climáticos adversos y el peso de una deuda millonaria con el país caribeño, golpearon a la cooperativa que tiene más de 70 años de existencia y emplea a 4.700 personas.
«La remisión de leche a nuestras plantas industriales ha disminuido considerablemente en los últimos días por lo que la Cooperativa decidió la suspensión de actividades en algunas de sus instalaciones industriales», dijo la empresa en un comunicado.
SanCor recibió varios auxilios financieros del Estado en los últimos años. Uno de ellos durante el gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007) cuando la empresa se benefició de un fideicomiso binacional con Venezuela, por el que comenzó a venderle leche en polvo.
Las exportaciones de SanCor a Venezuela no estuvieron exentas de polémicas. De hecho, voceros de la oposición al gobierno de Hugo Chávez señalaron en repetidas oportunidades que la empresa vendía con sobreprecio, y aunque presentaron pruebas, el hecho nunca se investigó.
«En el contrato con Venezuela hay un saldo de mil millones de pesos (62,5 millones de dólares) que está debiéndole Venezuela a SanCor», dijo el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile.
Pero eso es apenas un grano de arena en un cuadro de situación complejo. El sindicato de camioneros denunció que SanCor adeuda salarios a unos 2.000 trabajadores del sector y se movilizó el miércoles a las puertas de su planta en las afueras de Buenos Aires ante posible despidos tras el anuncio a los empleados de SanCor de un plan de «reestructuración».
El secretario de Lechería de Santa Fe, Pedro Morini, dijo que por el momento «no hay despidos», pero que para salir a flote «SanCor precisa más de 400 millones de dólares».
También apuntó que la crisis en la lechería «no es de ahora» y afecta también a la otra gran empresa lechera argentina La Serenísima.
«No es sólo problema de SanCor, La Serenísima se ha vendido ya en gran parte y va a un plan de reestructuración. Nos comunicó que hará un cierre de la planta de Rufino en agosto», dijo Morini.
Mastellone Hermanos, dueños de La Serenísima atribuyeron el cierre «al estancamiento de la producción nacional que llevó a que el año pasado (2016) el país produjera 9.500 millones de litros de leche, cifra menor a lo producido en 1998».
«Sancor va a tener que salir (de la crisis) con alguna alianza estratégica con una empresa importante que está en duda que sea nacional (…) Tiene dos alternativas o achicar personal o crecer en cantidad de litros y esto último va a tomar por lo menos un año», dijo el funcionario.
SanCor es una de las cinco principales industrias lácteas de Argentina con 1.400 tambos (centros de acopio) asociados y procesa el 15% de la leche que se produce en el mercado, con una capacidad instalada para recibir 4 millones de litros de leche diarios.
Argentina contaba con unos 30.000 tambos en los años 80 frente a los cerca de 4.200 que quedan en la actualidad. Productores aducen que la baja rentabilidad es la causa del achicamiento. AFP – JH
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