El entramado con los bonos venezolano no para, y según se pudo conocer el mismo mes en que Goldman Sachs compró unos 2.800 millones de dólares en bonos de la petrolera estatal venezolana, el banco estadounidense había rechazado una oferta de Caracas para colocar 5.000 millones de dólares en bonos soberanos, dijeron personas familiarizadas con las conversaciones.
Esto significa que el banco rechazó una oferta por casi el doble de la compra que formalizó, por la cual recibió un descuento de 68%, es decir, solo pagó 865 millones de dólares al gobierno venezolano.
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En parte, la negativa de la entidad se debió a que la operación le parecía muy compleja y no le convencía tratar de forma directa con un banco estatal venezolano, dijeron las fuentes a Reuters.
Pero en la decisión de Goldman también pesaron las advertencias de un equipo de la oposición venezolana, que lanzó una campaña para explicar los riesgos reputacionales y legales de financiar al presidente Nicolás Maduro, al que acusan de «dictador», apuntaron dos fuentes en Nueva York, una de ellas parte del grupo de asesores del Parlamento venezolano.
En meses recientes, el grupo ha enviado cartas a 13 bancos para tratar de frenar el financiamiento al gobierno socialista, que ha recibido críticas de la comunidad internacional por su dejo autoritario y abusos a los derechos humanos, según relatan fuentes financieras, legislativas y vinculadas al Gobierno en Caracas y Nueva York.
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Maduro busca dinero fresco para sostener a una economía en crisis, con una inflación de tres dígitos y una escasez crónica de alimentos y medicinas que ha desatado violentas protestas callejeras en el país petrolero. Aunque ninguna carta enviada por el grupo opositor de 20 diputados, economistas y abogados fue respondida, algunos de ellos, que también trabajan en Wall Street, se reunieron informalmente con personas clave en los bancos. Otros, con diplomáticos de gobiernos extranjeros.
CAMBIO DE PLAN
La estrategia tuvo algo de eco, hasta que Goldman Sachs y Nomura optaron por adquirir a través de intermediarios casi toda la emisión de otro bono colocado por la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) , según confirmó el banco estadounidense y fuentes cercanas a la entidad japonesa.
El propio gobierno de Donald Trump estaría preocupado por la decisión de las entidades de dar «oxígeno» a su par en Venezuela, dijeron a Reuters funcionarios de alto rango.
Sumándose a los 2.800 millones comprados por Goldman, Nomura adquirió unos 100 millones de dólares de los bonos PDVSA 2022. Pocos meses antes el banco japonés había cancelado discusiones para inyectar 1.000 millones de dólares en efectivo al Banco Central venezolano a cambio de toda la emisión de PDVSA con un valor nominal de 3.000 millones de dólares.
Como Goldman Sachs, Nomura había recibido la carta de Borges advirtiendo sobre los riesgos de hacer negocio con Maduro.
Otros de los bancos que recibieron las cartas fueron Citigroup, Bank of America, JPMorgan, Wells Fargo, UBS, HSBC, Barclays, Credit Suisse, Bank of China, China Construction Bank y el chino ICBC. Consultados por Reuters, no quisieron hacer comentarios o no respondieron a la solicitud de declaraciones.
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