El parque Nacional El Ávila, pulmón natural de la ciudad de Caracas, así como otros parques y zonas montañosas de la Gran Caracas han sido objeto de diversos incendios de mediana y gran intensidad que ha generado mucha combustión empeorando seriamente la calidad del aire que se respira.
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El constante y asfixiante humo generado por estos episodios, sumado al de otros procesos contaminantes del parque automotor y las industrias, han potenciado una densa nubosidad ante la mirada atónita de los ciudadanos.
El conocido ambientalista Hernán Papaterra insiste que el tema debe generar preocupación por el manejo muy superficial que le dan los entes públicos encargados.
Insite que sobre la calima no existen datos concretos ni fiables, ya que, al menos 10 estaciones de monitoreo que median la calidad del aire se encuentran actualmente fuera de servicio.
Según reporte del alcalde del municipio El Hatillo, Elías Sayegh, hasta el 9 de abril, a través de su cuenta en Twitter, se habían presentado 47 incendios dentro de su jurisdicción.
Por su parte Gustavo Duque Sáez, alcalde del municipio Chacao, informó recientemente a través de sus redes sociales sobre un incendio de magnitud considerable en la avenida principal del Country Club, que davastó el conocido túnel vegetal de bambúes del que disfrutaba dicha urbanización.
Papaterra alerta que las partículas contaminantes que están en el aire caraqueño representan un riesgo porque potencian enfermedades tales como asma, hipertensión, problemas coronarios. Igualmente, pueden afectar negativamente la salud de personas de la tercera edad y de lactantes o cualquiera que presente alguna patología inmunológica.
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