Caracas.- Las importaciones venezolanas registraron una moderada recuperación en mayo de 15,8%, con respecto al bajo nivel registrado en abril, pero siguen 2,8% por debajo del
mismo mes del año anterior, según el índice elaborado por el banco de inversión Torino Capital sobre la data de 30 socios comerciales de Venezuela, citado en su más reciente reporte titulado Asuntos Fiscales.
Los niveles de mayo son similares a los observados durante los 12 meses previos (785 millones de dólares) y, de hecho, son un poco más altos que los registrados durante los seis meses anteriores a la expansión preelectoral de marzo. Si se excluye la observación de marzo, se tiene que las importaciones han oscilado entre 611 millones y 970 millones de dólares durante los últimos 16 meses.
“La data parece sugerir que, en vez de mostrar una caída continua, las importaciones muestran signos de estabilización en niveles considerablemente más bajos que los acostumbrados”, indica la firma.
Entre las razones presentadas que dieron origen a este fenómeno pese al colapso de la industria petrolera nacional, destacan el aumento de los precios internacionales del petróleo y la caída del consumo interno que – añaden- han ayudado a estabilizar momentáneamente los ingresos.
El incremento en las exportaciones no petroleras también pudo haber contribuido. Además, el impago de la deuda externa pudo haber liberado algunos recursos que serían redirigidos a las compras externas, reporta la firma.
“Destacamos que esta estabilización de las importaciones está ocurriendo a niveles mucho más bajos que lo que el país ha visto en su historia contemporánea. Las importaciones de mayo fueron 82,7% más bajas que hace cinco años; en lo que va de año, han promediado en 824 millones de dólares mensuales, 79,4% menos que el promedio de 3,8 millardos de dólares de 2012”, advierte la firma.
No obstante, el comportamiento reciente de este indicador llevó a la firma a revisar sus proyecciones para el cierre de año y estimar importaciones totales por el orden de los USD 17 millardos, es decir, un incremento de 6,9% en comparación a la estimación anterior.
“La proyección refleja la visión de que el país continuará valiéndose de precios del petróleo más elevados y redireccionando los recursos del pago de la deuda para mantener los niveles de importaciones durante algún tiempo. Sin embargo, nuestra posición es más pesimista de cara al 2019, cuando estimamos – sin tomar en cuenta un alza inesperada de los precios del petróleo – que el colapso de la industria petrolera venezolana tenga un mayor impacto en la capacidad importadora de la economía,” concluye.