Venezuela y su hiperinflación a 3.268 revoluciones

Graficar la Base Monetaria en Bolívares tradicionales (VEB) a escala logarítmica, permite cotejar la cifra de agosto 2017: VEB 33 millones de millardos contra febrero 1999: VEB 10 mil millardos y las Reservas: $10 millardos versus $14 millardos, respectivamente.

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Durante los últimos 18 años, Venezuela aumentó su base monetaria en 326,800% (3.268X), al tiempo que perdió el 30% de sus reservas internacionales.

Por Oswaldo Lairet / Chief Executive Officer de Sequoian Financial Group

Graficar la Base Monetaria en Bolívares tradicionales (VEB) a escala logarítmica, permite cotejar la cifra de agosto 2017: VEB 33 millones de millardos contra febrero 1999: VEB 10 mil millardos y las Reservas: $10 millardos versus $14 millardos, respectivamente.

El argumento de quienes implementaron esta ruinosa conducción de nuestra economía se torna aún más perverso, al extender el análisis hasta 1976. Como revela la gráfica, a pesar de la devaluación de 1983, RECADI y otras medidas económicas impuestas en Venezuela durante los 23 años previos a 1999, la base monetaria no llegó a aumentar siquiera el 10% de lo que ha aumentado desde entonces, informó La Patilla.

Análisis y posible solución

En todo sitio y momento, la proporción entre el total de existencias de un rubro y el dinero en circulación determina su precio. En Venezuela, ese precio lo rige el circulante en Bolívares (VEF) contra el total de unidades en cualquier rubro. De modo que, si no aumentamos la oferta de bienes y servicios, pero multiplicamos la cantidad, o denominación de nuestros billetes (línea roja en la gráfica), subimos automáticamente la proporción de VEF por unidad del rubro. Es decir, subimos el precio en VEF por kg, m2, mg, cc, etc. de los rubros existentes.

Al verla descrita, esta dinámica se hace obvia, pero debemos aceptar que, sin conocer los AGREGADOS MONETARIOS, inicialmente nos parecería que los rubros “suben de precio” por culpa de sus suplidores y sólo con el paso del tiempo, sabríamos que 100% de la supuesta subida, era un efecto espejo de la depreciación del Bolívar. Podríamos ver como el gobierno nos traslada el costo de su creciente déficit fiscal, realizando una encubierta, pero masiva devaluación del Bolívar, al tiempo que nos obliga a utilizar un número cada vez mayor de Bolívares para transar un número constante de recursos.

Lamentablemente, en la medida que los intermediarios (importadores, productores, distribuidores, bachaqueros, etc.) no logren aumentar el precio de sus mercancías a la velocidad con la cual el gobierno imprime nuevos billetes, sus actividades producen pérdidas que los obliga a reducir o suspender su función de intermediación. Entretanto, aquellos que logren sobrevivir y con ello dilatar la escalada de precios aún mayores, que causará la escasez, son vilipendiados por su esfuerzo.

En fin, cuando los usuarios de una moneda finalmente entienden, que el crecimiento monetario seguirá expropiando el valor de su productividad, queda sembrada la expectativa hiperinflacionaria. Llegado este punto, detener la hiperinflación requiere dos pasos: 1º Restablecer la fe en la moneda, para decelerar la Velocidad Monetaria (rapidez con que la moneda cambia de manos) 2º Anunciar un plan de reformas económicas que explique cuánto dinero requiere sufragar el gasto público anual no deficitario y como financiar la transición hacia ese presupuesto. El anuncio debe incluir, como mínimo: cuáles son los pasos requeridos, que justifica cada uno de ellos y el tiempo estimado y por tanto comprometido para su implementación.

Implementación

La única forma de restaurar la fe en el Bolívar es hacerlo ilimitadamente convertible a cualquier otra moneda o rubro. Tener éxito con este anuncio, significaría convencer a los usuarios propensos a gastar sus Bolívares al recibirlos, a dejar de hacerlo. Ese voto de confianza lograría reducir la Velocidad Monetaria por el tiempo suficiente para preparar el plan de reformas.

1er PASO

Para Restaurar La Confianza En La Moneda Solo Existen Dos Soluciones:

La implementación de un tipo de Cambio Fijo Vinculado a una moneda estable como el dólar, el euro, o incluso el yuan. En este caso, el banco central se autoimpondría medidas qué lo obligan a vincular el Bolívar en proporción fija (dentro de una banda) contra alguna de esas monedas, cómo lo hizo Argentina en el 91, frente a su crisis hiperinflacionaria. El otro modelo lo implementó Bolivia en el 85 y nosotros mismos, a finales de los 80: Desacelerar la velocidad del dinero, devaluando el Bolívar a un tipo de Cambio Defendible con el monto de reservas internacionales que exista en Banco Central.

2do PASO

Seguido al decreto de Convertibilidad Ilimitada, el equipo de gobierno elaboraría el plan de reformas, analizando cómo financiar el gasto público a largo plazo y como financiar la transición hacia ese esquema, dándole prioridad inmediata al sector más necesitado de la población, estimulando las inversiones locales y extranjeras en los sectores económicos propensos a generar la mayor cantidad de recursos, deshaciéndose de toda empresa donde el sector privado se someta a asumir 100% de las pérdidas que ocurran o pagar los impuestos sobre cualquier ganancia, rigiéndose a las condiciones laborales, de seguridad física, normas contables, etc. que impone la ley. Al mismo tiempo, el gobierno deberá analizar cualquier financiamiento preferencial que ofrezcan las entidades globales de cooperación monetaria y su disposición a validar ante el pueblo venezolano, la viabilidad de las reformas y sus avances.