En una medida sin precedentes, el Departamento de Comercio de Estados Unidos ha anunciado una pausa de 90 días en las exportaciones de la mayoría de las armas de fuego fabricadas en el país, además de una revisión de su respaldo a la feria comercial de armas más grande de la nación. Estas acciones tienen como objetivo asegurar que no se comprometan los intereses políticos de Estados Unidos y podrían tener un impacto significativo en las ventas de armas en el extranjero, que han experimentado dos décadas de crecimiento.
La pausa se aplica a la aprobación de nuevas licencias de exportación para armas de fuego semiautomáticas y no automáticas destinadas a entidades no gubernamentales en todo el mundo, excluyendo a Israel, Ucrania y 40 países más que forman parte de un acuerdo multilateral de control de exportaciones con Estados Unidos. No obstante, afecta a algunos de los mercados más grandes para los fabricantes de armas estadounidenses, incluyendo a Brasil, Tailandia y Guatemala, donde se ha documentado el impacto de la asistencia gubernamental a estas empresas.
El Departamento ha indicado que esta revisión se realizará con urgencia y permitirá evaluar y mitigar de manera efectiva el riesgo de que las armas de fuego terminen en manos de entidades que puedan fomentar la inestabilidad regional, violar los derechos humanos o promover actividades criminales.
Aunque no se han proporcionado detalles sobre los cambios a largo plazo, la revisión podría modificar o revertir políticas que han favorecido notablemente a la industria de armas estadounidense, como el cambio en 2020 de la supervisión de exportaciones de armas del Departamento de Estado al Departamento de Comercio y el fuerte respaldo a la Feria Comercial de Tiro, Caza y Actividades al Aire Libre, conocida como Shot Show.
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El exitoso enfoque de la industria armamentista para aumentar las ventas globales, junto con políticas amigables de EE.UU., ha sido objeto de una exhaustiva investigación por parte de Bloomberg durante los últimos meses, que comenzó con un análisis de las ventas de armas a Tailandia y ha destacado el apoyo generoso del Departamento de Comercio a Shot Show.
Hace dos décadas, Estados Unidos tenía una presencia limitada en el mercado de armas internacionales. Sin embargo, en busca de nuevos mercados, los fabricantes nacionales han visto un rápido crecimiento en las ventas de armas de fuego de estilo militar, con un total de más de 3.7 millones vendidas desde 2005.
Estas armas se han exportado a países que enfrentan un aumento alarmante de la delincuencia armada, así como a regímenes autoritarios, y han respaldado tanto a presidentes demócratas como republicanos. Sin embargo, recientemente, algunos demócratas en el Congreso han expresado críticas más contundentes sobre estas ventas.
Los legisladores cuestionaron duramente a los funcionarios de la administración Biden en dos audiencias el año pasado sobre el cambio de reglas de 2020, mientras que los demócratas en el Congreso introdujeron recientemente la Ley de Monitoreo Regional Estadounidense de Ventas de Armas, legislación que busca interrumpir el tráfico de armas de fuego desde EE. UU. hacia América Latina y el resto del mundo.
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