Venezuela: hasta la tropa digital protesta porque Nicolás Maduro no les paga, por El Político

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Los tuiteros del régimen venezolano están protestando, porque les retrasan sus pagos, por rebotar información a favor de Maduro.

El Político

En Venezuela hay una nueva protesta digital. Pero esta vez se trata de los llamados «tuiteros de la patria», debido a que el régimen de Nicolás Maduro no pagó a tiempo el bono que les transfieren, a través de la plataforma de pago llamada Sistema Patria.

Los «tuiteros de la patria» se encargan de rebotar información a favor del régimen, por sus cuentas en la red social Twitter.

Se trata de una práctica habitual, que es un trabajo remunerado, para alimentar matrices de opinión favorables al régimen venezolano.

El pago se retrasó

Pero el pago correspondiente al mes de mayo no llegó a tiempo. Lo que generó la protesta entre la tropa digital afecta al régimen venezolano.

La línea de información a rebotar es suministrada por el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información – MIPPCI.

Desde esa instancia del régimen se promueve una o varias «etiquetas del día» o #hashtag, que los «tuiteros de la patria» promueven a través de sus redes sociales. Pero al haberse retrasado el pago de mayo, la protesta no se hizo esperar.

La protesta

En este sentido, el Observatorio Digital ProBox registró en las publicaciones hechas en Twitter el uso sistemático de las etiquetas #RespetoParaLosTuiteros y #TuiterosPatria.

Estas dos etiquetas han sido utilizadas como forma de protesta digital. A través de ellas se ha hecho un reclamo sostenido, por el retraso en el depósito del dinero que a cada uno de los «tuiteros» le correspondía, por impulsar los temas del día, promovidos por el MIPPCI.

Matriz de opinión construida

El MIPPCI se encarga de promover al régimen, por vía de información manipulada y dirigida. Construyen matrices de opinión, a partir de Twitter, para tratar de influir en la audiencia, sobre las bondades del régimen.

Por ejemplo, entre el 1 y el 24 de mayo el MIPPCI promovió 27 tendencias construidas, por vía de los #hashtag. Que en promedio acumulan 548.770 tweets cada una.

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Esta es una cifra muy alta, si se compara con las etiquetas promovidas por la sociedad civil. Pues estas llegan a alcanzar unos 20 mil tweets. Aunque puede parecer baja si se compara con las etiquetas del MIPPCI del mes anterior.

Pues en el mes de abril el MIPPCI impulsó 31 tendencias. Sin embargo al seleccionar las primeras 27 del mes, el Observatorio Digital ProBox  pudo constatar que —en promedio— cada una acumuló al menos 934.667 tweets.

Al comparar los dos meses, se registró una disminución en la cantidad promedio de mensajes por tendencias en al menos 385.897 tweets.

En este sentido, se pudo evidenciar que hubo una baja en el volumen de tweets este mes. Lo que coincide —precisamente— con las protestas de los «twitteros de la patria», por los retrasos en la sincronización de los pagos.

¿Infringiendo reglas?

En su apartado sobre «Las Reglas de Twitter», la red social indica en su apartado sobre Autenticidad, lo siguiente: «Spam y manipulación de la plataforma: no puedes usar los servicios de Twitter con el propósito de amplificar o suprimir información de forma artificial, ni llevar a cabo acciones que manipulen u obstaculicen la experiencia de los usuarios en Twitter«.

En este contexto de reglas de la red social del pajarito, la prohibición aplica especialmente a las interacciones falsas.

Es decir, a las que apuntan a hacer que las cuentas o los contenidos parezcan más populares o activos de lo que realmente son.

Igualmente, se refiere a las publicaciones coordinadas, que buscan influir de forma artificial en las interacciones de los usuarios de Twitter.

Esto mediante el uso de varias cuentas, cuentas falsas, acciones automáticas o secuencias de comandos.

En este sentido, cuando se detecta que alguna cuenta de la red social incurre en estas prácticas, Twitter limita la visibilidad de los contenido.

También y revisan las cuentas involucradas, para determinar si se ha infringido alguna regla de uso. Pudiendo ser suspendidas de forma temporal o permanentemente, de evidenciarse alguna irregularidad.