La Corte Suprema de Estados Unidos anuló el jueves por la noche una moratoria federal de desalojo que fue recientemente extendida por la administración del presidente Joe Biden sin el apoyo del Congreso.
Por New York Post
La decisión de poner fin al congelamiento de los desalojos relacionados con la pandemia se produjo como resultado de un desafío legal a la política presentada por una coalición de propietarios y grupos de comercio de bienes raíces.
El 3 de agosto, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades extendieron la moratoria, a pesar de la falta de aprobación del Congreso.
La decisión fue un cambio de rumbo para la administración de Biden, que inicialmente había dejado que la prohibición anterior expirara después de un fallo anterior de la Corte Suprema sobre la política.
En el fallo de junio, el tribunal más alto del país dejó vigente la moratoria de desalojos hasta el 31 de julio.
Pero el juez Brett Kavanaugh, quien votó para mantener la moratoria, dijo que una mayor extensión de la congelación debería requerir la aprobación de los legisladores en Capitol Hill.
Tan recientemente como la semana pasada, un tribunal federal de apelaciones dictaminó que la prohibición de desalojo puede permanecer vigente y el caso se envió posteriormente a la Corte Suprema después de que un grupo de propietarios de Alabama y Georgia que luchaban contra la política presentaran una moción de emergencia.
El fallo de la Corte Suprema del jueves dejó a la administración de Biden “decepcionada”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, en un comunicado.
“Como resultado de este fallo, las familias enfrentarán el doloroso impacto de los desalojos y las comunidades de todo el país enfrentarán un mayor riesgo de exposición al COVID-19”, dijo Psaki.
El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, también criticó la decisión.
“Un grupo de extremistas de derecha decidió echar a las familias de sus hogares durante una pandemia mundial”, tuiteó el alcalde .
“Este es un ataque a los trabajadores en todo nuestro país y ciudad. Nueva York no tolerará esta vil e injusta decisión ”, escribió.
El mortarium que fue derribado el jueves se aplicó a partes del país que aún experimentan una propagación significativa de COVID-19.
Las versiones anteriores de la prohibición cubrían a toda la nación.
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