El Economista: Comercio electrónico en Venezuela: ¿Se acabaron las tiendas físicas?

A pesar de las condiciones adversas, como la conexión más lenta de la región, Venezuela responde a la tendencia: en 2020, 80% de las compras realizadas por internet se hicieron desde algún dispositivo móvil.

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De acuerdo a la Cámara Venezolana de Comercio Electrónico, CAVECOM, sólo en 2020 el comercio electrónico se triplicó en la región y, en el caso de Venezuela, aumentó cerca de 2.000%, es decir, aumentó 20 veces su actividad.

Hasta no hace mucho tiempo, el centro comercial era una obligación para hacer nuestras compras. Zapatos, ropa, libros se conseguían en diferentes tiendas, algunas especializadas, y hasta el teléfono que más te gustaba estaba disponible en un agente autorizado de la operadora de tu preferencia. Asistíamos acompañados por amigos o familia. Hoy, la realidad es otra.

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Pero hagamos un viaje antes de hablar de lo que pasa hoy. A finales de los 90, un emprendedor de Belleview, un suburbio de la ciudad de Seattle, en los Estados Unidos, empezó un negocio particular: vendía libros por una página web. Este emprendimiento, que empezó desde su casa con el nombre impreso en un papel pegado en la pared, es hoy la empresa más importante en el comercio electrónico mundial y una de las responsables de la transformación de nuestros hábitos de compra.

Amazon lo cambio todo

Cada vez son más las cosas que compramos por Internet, ahorrándonos el viaje a la tienda o centro comercial. En algunos países, la adopción del comercio electrónico ha sido más acelerada que en otros, pero, a nivel global ha mantenido un ritmo más o menos estable. Pero, como con muchos procesos en nuestra sociedad, la pandemia del la Covid-19 aceleró vertiginosamente esta adopción a nivel mundial, a tal punto que grandes tiendas por departamento han solicitado protección por impago (lo que en Estados Unidos se conoce como “Chapter 11”) y muchos centros comerciales parecen pueblos fantasmas.

La pandemia aceleró todo

De acuerdo a la Cámara Venezolana de Comercio Electrónico, CAVECOM, sólo en 2020 el comercio electrónico se triplicó en la región y, en el caso de Venezuela, aumentó cerca de 2.000%, es decir, aumentó 20 veces su actividad.

Por otro lado, de acuerdo con Carlos Aguiló, jefe de Innovación de ECOEM, durante la pandemia el número de usuarios en las redes sociales aumentó cerca de 17%, es decir, se sumaron dos millones de usuarios, siendo todavía Facebook la más activa en Venezuela.

Y no es de extrañarse este incremento, más allá de la tendencia a socializar que suele tener el venezolano. Basta con recordar un poco la dinámica comercial, al menos en Caracas, antes de que la pandemia nos alcanzara.

Para inicio de 2020, las ferias de Food Trucks (camiones acondicionados para vender comida en la calle) se veían regularmente en diversos espacios públicos de Caracas. Es más, en febrero había una en la Plaza Altamira, Municipio Chacao, que presentó una variedad importante de ofertas gastronómicas: desde hamburguesas, choripanes, helados, hasta comida mexicana. Era un movimiento en auge.

En menos de un mes, todos esos negocios tuvieron que transformar su propuesta para un escenario donde los eventos públicos no podían tener lugar. Cada carrito se apalancó en sus redes sociales y cuentas comerciales de Whatsapp para vender únicamente a domicilio. Esto implicó una transformación logística, una adaptación de los menús (aunque la propuesta de los Food Truck ya estaba diseñada para comer de forma práctica y sin mucho protocolo), presentaciones, etc.

Este es un ejemplo de lo rápida que fue la transición de un servicio diseñado desde un principio para ser presencial a uno a domicilio. Pero en muchos rubros la transición ya estaba avanzada: tiendas que habían reducido su atención al público presencial para apalancarse más en plataformas como MercadoLibre, no sólo para ahorrar costos operativos, sino evitar las incomodidades de alguna inspección de los entes reguladores.

Número de alto contraste

Todo este crecimiento se ha dado a pesar de las condiciones adversas, al menos en cuanto a la infraestructura, de nuestra conectividad. De acuerdo al sondeo de Speedtest.net, que reúne mediciones de velocidades de Internet de una red de usuarios en todo el mundo (ya sea por la aplicación móvil o por la página web), Venezuela tiene la conexión más lenta de la región, con una velocidad promedio (entre la conexión fija y la móvil) de 11.57 megas por segundo. Más bajo que el de Cuba, con 14.83 (gracias a una mejora sustancial a la velocidad de la conexión móvil) y Haití con 15.01 megas por segundo.

Sin embargo, la velocidad de la conexión no ha ralentizado ningún otro proceso. De acuerdo con Aguiló, mientras en la región del Caribe la incidencia promedio de Internet ronda 63% de la población, en Venezuela 72% de la población tiene acceso a Internet. A esto se suma que hay una mayor proporción de conexiones en uso por cada conexión activa.

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Quizás el dato de mayor contraste es que sea, precisamente, la conexión móvil la más prominente. En 2020, 80% de las compras realizadas por Internet se hicieron desde algún dispositivo móvil. El país cuenta con más de 22 millones de conexiones móviles activas a pesar de que el Internet móvil sea, en promedio, mucho más lento que las conexiones fijas (6.87 megas por segundo en móvil contra 16.26 en fijo, de acuerdo a Speedtest.net).

Según CAVECOM, el comercio electrónico en Venezuela se aceleró el equivalente a su crecimiento de tres años, solo en tiempos de pandemia. A pesar de las condiciones adversas, el mercado venezolano sigue siendo terreno de oportunidades para quien sepa amar una buena propuesta de servicio para su público.

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