A lo largo de los últimos meses, el precio de los productos de charcutería han sufrido un continuo incremento en su valor que, sumado al depreciado poder adquisitivo del venezolano, los convierten en productos inalcanzables.
En un recorrido hecho por Descifrado, pudimos encontrar que el queso amarillo se ubica entre los Bs. 10.000.000 y los BS.14.000.000.
Por su parte, el jamón de pierna ronda desde los Bs. 8.000.000 a los Bs. 9.800.000. El jamón ahumado, tan recientemente cotizado por la época decembrina no baja de los Bs. 7.000.000.
Asimismo, la pechuga de pago cuesta por los mínimo Bs. 8.000.000.
El kilo del queso mozarella más económico se puede adquirir en Bs. 7.400.000, mientras que el queso tipo paisa no baja de los BS. 7.200.000 y el kilo de queso crema es encontrado por lo mínimo en BS. 10.500.000.
Cabe destacar que el protagonista en las mesas de los venezolanos a lo largo de los últimos meses, el queso blanco, cuesta por los mínimo BS. 3.800.000.
Es importante señalar que el salario mínimo en el país es de tan solo BS. 1.200.000. Dicha cifra es menos de un tercio de lo que se necesita para comprar un kilo de queso blanco.
Muchos de los precios en las charcuterías se manejan en miles, lo que refleja la simplicidad que se ha asumido para hablar de los montos, que por la creciente hiperinflación resultan cada vez más inmanejables a nivel contable. Ésto sin duda es reflejo de tan augurada reconversión que se viene rumoreando en los últimos meses.
Pero más allá, en los comercios venezolanos también se puede vivir de primera mano la dolarización transaccional, dado que no son pocos los establecimientos que manejan sus precios en la divisa estadounidense y por ende los pagos en bolívares los calculan al cambio del día según el BCV o el paralelo.
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