El Gobierno argentino renovó sus críticas hacia Venezuela por la medida que prohíbe a las aerolíneas argentinas sobrevolar su espacio aéreo, destacando el «muy elevado» costo económico que esta decisión tendrá para las compañías aéreas.
El portavoz presidencial, Manuel Adorni, expresó su preocupación por los «miles de dólares por vuelo» que esto implicará, afectando significativamente a los pasajeros.
A pesar de las consultas sobre las acciones diplomáticas en respuesta a esta prohibición, Adorni no proporcionó detalles adicionales. Sin embargo, hizo referencia a un comentario insultante del canciller venezolano, Yván Gil, quien lo describió como «cara de tabla» y calificó al Gobierno argentino de «neonazi» y «sumiso y obediente con su amo imperial».
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El Ejecutivo venezolano anunció que ninguna aeronave procedente o con destino a Argentina podrá sobrevolar su territorio hasta que la aerolínea estatal sea compensada por los daños causados. Ante esta situación, Buenos Aires informó sobre el inicio de acciones diplomáticas, incluida una posible denuncia ante la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
Este conflicto reciente surge en el contexto de la liberación de un avión de carga Boeing 747-300M Dreamliner, propiedad de la aerolínea venezolana Conviasa, retenido en Argentina desde junio de 2022 por presuntas violaciones de sanciones estadounidenses. La tripulación, compuesta por ciudadanos iraníes y venezolanos, fue inicialmente detenida y luego liberada por falta de evidencia.
La tensión entre Estados Unidos y Venezuela aumentó cuando el presidente Maduro denunció el «acto vil, criminal e indignante» de la «descuartización» del avión en Miami. Este incidente ha alimentado aún más las tensiones entre los dos países.
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