Arturo Peraza, S.J: «Hace rato que la sociedad venezolana superó las estructuras de polarización»

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El rector de la UCAB ofreció un análisis sobre el rol de la universidad en el complejo contexto de los meses venideros, tanto en los temas nacionales como en el educativo. “La única oportunidad de abrirle la puerta a ese montón de muchachos y evitar la migración es creando las condiciones de cambio y de transición en Venezuela, y esa es nuestra responsabilidad”, dijo, a la vez que destacó el trabajo que seguirá haciendo la UCAB para ampliar la oferta formativa

El rector de la Universidad Católica Andrés Bello está convencido de que «la sociedad venezolana ya hace rato que superó las estructuras de polarización», a la vez que sostiene que los jóvenes en edad universitaria están fundamentalmente preocupados por cómo logran la mayor capacitación posible para valerse en el mercado local o internacional.

«(Los jóvenes) están, por ahora, muy lejos de los temas de discursos políticos sobre cómo vamos a salvar a Venezuela, yo a los muchachos no los veo en ese discurso ni por asomo», afirmó el padre Arturo Peraza Celis, S.J., durante una entrevista en la que expresó sus consideraciones como politólogo, académico y sacerdote jesuita, respecto a lo que le espera al país durante 2024 y los objetivos del cuerpo rectoral de la UCAB para los próximos meses.

El análisis que hace de todos los factores que condicionan el quehacer nacional le indica que existe la urgencia de presionar, desde distintos ámbitos de la sociedad, para crear espacios de diálogo que permitan flexibilización y apertura a mecanismos que alivien las carencias económicas y el desempleo.

Considera imprescindible que «instancias como Fedecámaras, Consecomercio, ONG de derechos humanos u otras instancias de trabajo humanitario, universidades, podamos establecer foros, espacios de discusión, espacios de diálogo donde este tema se promueva, donde empieces a hacer eco y ruido en torno a la necesidad de esta línea de acuerdo».

 A esto le suma un «órgano de tejido y diálogo compartido que empieza en las comunidades y que hay que ir rearmando hacia arriba», como un «proceso de mediano y largo plazo» que «hay que exigírselo a la dirigencia política, esta es una demanda de la sociedad venezolana».

 «Todo lo que son las relaciones sociales de existencia de la sociedad venezolana es parte de lo que yo creo que tenemos que ir haciendo, creo que eso estaba detrás de la idea del padre (Francisco José) Virtuoso con Vénesis y, en buena parte, es una de las cosas que uno sí quisiera seguir impulsando como idea”, comentó.

Presionar por el diálogo

Como abogado y politólogo, al rector de la UCAB le preocupa mucho «la esquizofrenia dicotómica» que viene rigiendo los destinos nacionales. El término que el padre Peraza citó varias veces en una hora de conversación se refiere al hecho de que el gobierno hable de un mejoramiento económico, pero en el ámbito político mantenga un margen cerrado.

 «Esa esquizofrenia no funciona, porque esto es un único ecosistema, si se bloquea un lado, el otro lado también va a sufrir bloqueos inevitables (…) Si yo no abro el juego político de una manera suficientemente amplia como para generar unas garantías de un proceso democrático equitativo, de participación que permita que los distintos actores puedan participar en el proceso electoral, pues posiblemente eso va a afectar incluso el mapa económico del país (…) Depende mucho de lo que los actores políticos y sociales venezolanos podamos hacer por sostener constantemente una saludable presión en términos de diálogo para que puedan ocurrir los diálogos dentro del país. Todos los actores estamos interesados en que puedan ocurrir elementos de desarrollo, incluso actores dentro del mismo gobierno, dentro del mismo movimiento chavista».

Mencionó el «profundo agradecimiento» a la ministra de Educación, Yelitze Santaella, quien en diciembre estuvo en la UCAB y abrió «la posibilidad de brindarnos el conjunto de informaciones estadísticas que ellos tenían, que era bastante serio, preocupante, consistente con lo que nosotros teníamos en varios aspectos», como la reducción de la matrícula docente, la capacidad de atender a grupos de niñas, niños y adolescentes y qué oportunidades da la tecnología para poder abordarlos.

«La disposición de darle nombre a los problemas hace posible prever la oportunidad de abrir caminos en donde podemos preguntarnos qué oportunidades de respuesta podemos tener en conjunto frente al problema» de la crisis educativa, afirmó el rector.

«Hay un proyecto que hemos llamado Alianza por la Educación donde estamos varias empresas y universidades. El punto fundamental es la alianza en sí misma, que se está preguntando qué cosas podemos hacer por mejorar las condiciones de calidad educativa en el contexto país, qué buenas prácticas tenemos en la UCAB, en Fe y Alegría y en la UNIMET. La educación pública es la mayoritaria en el país y lo que podamos hacer para que sea asequible y de calidad son dos elementos fundamentales para garantizar cierto nivel de desarrollo del país».

 Agregó que lo que sigue, luego de que las instancias políticas (ministra y rector) acercaron posturas públicamente en diciembre, «es trabajar en comisiones, en las instancias técnicas, en los equipos de trabajo con las distintas prácticas y los funcionarios del Ministerio de Educación. Hacia allá vamos, ese es el acuerdo inicial y esto se tendría que concretar ahorita en enero».

Peraza adelantó que la UCAB avanzará en la dirección de «promover espacios y foros que permitan efectivamente generar ruido en positivo suficiente como para promover estructuras de transición y de cambio que ayuden a crear un horizonte alternativo, y lo estoy pensando por los jóvenes de esta universidad».

 «¿Cómo seguir promoviendo que lo que ocurrió en Barbados se profundice? Barbados es un paso que puede ir para adelante o para atrás, nadie sabe qué va a ocurrir con él, no es un punto de llegada, es simplemente un paso que podría profundizarse (…) Si eso ocurre, yo creo que los demás actores tenemos que tratar de colaborar para que esto no se encuentre desasistido, no quede aéreo, sin fundamento. Que haya una sociedad que manifiesta interés en que se llegue a encuentros concretos que hagan viable un proceso electoral que sea lo suficientemente transparente y auditable».

 No obstante, el rector dijo estar alerta porque hay «gente del gobierno que está constantemente torpedeado las oportunidades de diálogo», pero no excluye de estas actitudes a sectores de la oposición.

 «Claro que entre nosotros también habrá factores que dirán ‘aquí no hay movimiento ninguno’, ‘no es posible el cambio’, pero también otros actores van a venir a asistir en otra dirección y es allí donde uno tiene que preguntarse dónde voy a poner mi granito de arena. Yo no soy el que determina el cambio, pero puedo colaborar en una u otra dirección. Creo que la universidad está en la dirección de promover espacios y foros que permitan efectivamente generar ruido en positivo suficiente como para promover estructuras de transición y de cambio que ayuden a crear un horizonte alternativo».

Falta voluntad política para hacer el encuentro

Independientemente de la aspiración que el padre Arturo Peraza tiene para ayudar a construir espacios de diálogo, sabe que el año que se inicia será difícil para los venezolanos.

 «Para mí 2024 es un año complicado para el país (…) Mientras el Estado venezolano no logre sentarse y sentar, crear, una estructura de diálogo con lo que existe de la oposición y con otros actores de la sociedad venezolana, que establezca unos marcos mínimos de acuerdo de convivencia a lo que uno pueda reconocer como mínimo de condiciones en materia de derechos humanos, Estado de derecho y respeto democrático, va a ser muy difícil que podamos avanzar como sociedad , porque el avance por retazos resuelve algunos problemas, pero no resuelve la estructura. Yo siento que todavía estamos lejos de la voluntad política de llegar a ese nivel de encuentro (…) Uno hubiera deseado que el 2024, dado que es un año electoral, pudiera haberse convertido en un año de transición política en Venezuela. La transición no solo se define porque hay un nuevo presidente con nombre y apellido, sino más bien con una nueva lógica de llevar adelante el proceso político venezolano».

Lamentó que persistan acciones, por parte del Estado, que no permiten que se «abra el juego».

«Un ejemplo de ello es el seguir subrayando la aprobación de una ley sobre las ONG que, de nuevo, reaparece en el escenario. Este es un ejemplo de cómo se restringen las oportunidades de diálogo y de encuentro en Venezuela a través de la creación de un conjunto de normas que tienen más carácter de sanción y punitivas por el hecho de las vinculaciones que esas ONG, por su propia naturaleza, tienen con las instancias internacionales, incluso en la búsqueda de financiamiento porque necesitan de la autonomía financiera frente al Estado venezolano y frente a actores venezolanos, si es que quieren cumplir los roles y finalidades que se pretende busquen y consigan esas ONG».

Buscar objetivos comunes sin suprimir las diferencias políticas

Como politólogo, el rector de la UCAB identificó «un sueño de cambio» que «es central» en los venezolanos, pero al que le falta «hasta dónde, cuándo y cómo puede ocurrir ese proceso».

 «Qué oportunidades de trabajo puede tener un muchacho que egresa de esta universidad si el país sigue paralizado, sigue entrampado en la lógica de salarios bajos y con empresas que están a producción mínima porque no hay oportunidades de lograr escalar en la productividad porque tenemos bloqueado el proceso político. La única oportunidad de abrirle la puerta a todo ese montón de muchachos y evitar esta estructura de migración es creando las condiciones de cambio y de transición en Venezuela y esa es nuestra responsabilidad».

Uno de los temas en los que el rector afirmó que la UCAB puede aportar su conocimiento durante los próximos meses es en el tema del emprendimiento. «Yo creo que hace falta diálogo para poder desarrollar ámbitos y espacios económicos que permitan que la gente pueda desarrollar sus emprendimientos y que pueden significar recursos importantes para la gente», resaltó Peraza, que apuntó la necesidad de abordar con el diálogo las obstrucciones que existen para que la gente pueda tener acceso a líneas de crédito razonables.

Consultado sobre las dificultades que han enfrentado en el pasado reciente quienes han hablado de dialogar con el gobierno de Nicolás Maduro, el sacerdote jesuita dejó claro que de lo que él habla es de «que haya un proceso de acercamiento, porque hay un conjunto de objetivos que pueden ser compartidos, que son supraelementos de la diferencia política» y que «son fundamentales con la visión de mediano y largo plazo del país», «especialmente cuando se refiere a sectores populares o que están en condiciones de minusvalía, como son los niños, niñas y adolescentes o temas de violencia contra la mujer».

 «No es que se suprimen las diferencias políticas, hay diferencias políticas, eso hay que subrayarlo. Además, dentro de la misma universidad no hay una sola posición política, hay múltiples posiciones políticas. Nosotros compartimos un conjunto de principios claves fundamentales que afirmamos una y otra vez: tema de derechos humanos, democracia, respeto al Estado de derecho, crecimiento y desarrollo económico, son temas claves y que la UCAB ha sostenido constantemente y que explican acciones como las encuestas Encovi o Psicodata, el trabajo desde el Centro de Derechos Humanos (CDH) o desde el Centro de Estudios Políticos, y eso establece algunas diferencias con funcionarios del gobierno e incluso con la oposición. Tenemos diferencias políticas muy diversas y complejas, insisto, dentro de nosotros mismos, porque es lo razonable, esto es academia. La academia es diversidad por definición».

Prosecución de estudios, empleo y crédito universitario

Entre las preocupaciones del rector Peraza se encuentra la prosecución de los estudios universitarios de los jóvenes venezolanos, que salen de bachillerato con importantes falencias en su formación y sin recursos para costearse una educación de calidad.  Por eso la UCAB «ha respondido con los propedéuticos o ensaya modelos de acompañamiento docente a los colegios, porque hay una preocupación por mejorar la calidad de los chicos de tal manera que cuando ellos ingresen a la universidad no se consigan con una frustración de entrada», explicó.

Recordó que de las opciones «más disruptivas» que ha puesto en práctica la UCAB son las academias de Moda, e.Sports, Gastronomía y próximamente la de Diseño. «Pueden hacer estudios por un año o cursos más cortos para obtener una certificación que les permita insertarse en el mercado laboral con cualificación, ya sea en Venezuela o fuera, con esas competencias y habilidades».

 El rector mencionó también sus inquietudes sobre cómo diversificar la oferta en el nivel superior, lo cual ha llevado a la UCAB a plantear nuevas carreras al Ministerio de Educación Universitaria, «pero va más lento de lo que uno quisiera, creo que necesitamos trabajar en equipo con el Ministerio de Educación Universitaria para poder agilizar el proceso de aprobación de oportunidades y carreras porque los chicos merecen abrirse esas oportunidades».

«Son carreras que tienden a ser mayores en su diversificación, que pueden tener otros modelos de oportunidades como técnicos superiores. Estamos hablando de estudios con cinco semestres que pueden terminar en una licencia. Por poner un caso, en la carrera de Derecho han propuesto que al cuarto o quinto semestre les den (a los bachilleres) un título de asistente legal, eso es una suerte de diplomado, eso habilita para que un escritorio jurídico pueda llamarlos y ese trabajo les permite continuar la carrera».

También habló de la necesidad de crear mecanismos de créditos estudiantiles universitarios.

«¿Qué oportunidades podemos darles a los estudiantes para que tengan créditos educativos y cómo el Estado venezolano dialoga con las universidades y con la banca para hacer posible una estructura de financiamiento que permita oportunidades de desarrollo en ese ámbito? ¿Qué tenemos que hacer para que las primeras oportunidades de empleo de los jóvenes puedan ser reales oportunidades de sueldos y salarios suficientemente razonables que permitan que los muchachos puedan plantearse quedarse en el país? Estos son temas que van más allá de la diatriba política, no la está negando, insisto, no niega las diferencias, pero ¿es posible hablar de estos temas, llegar a acuerdos, ver oportunidades y abrir puertas para los ciudadanos? Yo creo que eso es lo que tenemos que hacer».

Modelos de equidad distintos

«Si a algo tenemos que llegar los venezolanos algún día es a darnos cuenta de que los servicios públicos en general cuestan, la educación cuesta, y ojalá que empecemos a superar esa versión estúpida de que los servicios públicos no cuestan y son gratis», afirmó el rector Peraza, no sin exaltación.

 «Esta estructura de un Estado petrolero que financiaba infinitamente a la sociedad venezolana se acabó y creo que hace falta desmontar ese mito de la sociedad venezolana pensando que tiene un fondo en el pozo petrolero X que le está financiando toda la estructura de su vida y que, además, hay toda la obligación de hacerlo, y eso no funciona así, por eso mi primera frase de No hay plata’ en el tuit« (mensaje que publicó a principios de año con sus perspectivas para 2024). «Creo que hay que quitar la idea de la cabeza de la gente de que hay plata. ¡No, no hay plata! Y el Estado está desmontado».

Aseveró que una cosa es que todos paguen por lo que reciben y, otra muy distinta, es que esas cargas sean tan desiguales como, afirma, son actualmente las que soportan los venezolanos más pobres.

«Los impuestos más fuertes son de carácter regresivo, léase el IVA, porque le pecha más duro al pobre que al rico. Tenemos que transformar nuestra estructura impositiva de manera tal que quienes tienen mejores condiciones económicas puedan aportar más a un cuerpo social que tiene menores oportunidades, pero ¡todo el mundo tiene que pagar! ¡Dios santo! Y tenemos que acostumbrarnos a eso, a que sostener a la sociedad cuesta, cuesta tener calles limpias, cuesta tener agua, electricidad y cuesta tener educación y yo no puedo tener maestros a 5 dólares el mes. Y claro, esto se traduce en una universidad pública que está en condiciones paupérrimas con profesores mal pagados, eso es inaceptable”.

El rector insistió en un tema recurrente: la matrícula de la UCAB y el sistema de becas que cubre a un tercio de la población estudiantil, «que es una manera de ser inclusivos en una Venezuela que está siendo profundamente excluyente en los términos más radicales de la palabra. Una sociedad que ha excluido a la gente de la educación, de los servicios públicos de salud, de los servicios públicos básicos, de alimentación».

«Nosotros sí cobramos una matrícula que sea consistente con la oportunidad de mantener una universidad en las mejores condiciones posibles para competir en América Latina y por eso somos la primera universidad y estamos compitiendo en un contexto en donde el chico no solo tiene oportunidades de desarrollar habilidades y competencias para Venezuela sino para el contexto global. ¡Eso cuesta, eso no es gratis! Y eso supone pagar bien docentes, mantenimiento, tecnología, estructura de mantenimiento y gestión universitaria, seguridad (…) Yo quiero sacar de la gente la idea de que la cosa es gratis, ¡no, no es gratis! Mantener ese parque bonito es muy importante porque yo tengo que mostrar al país que yo quiero sacar adelante y lo estoy mostrando cuando tengo un campus bonito, limpio, ordenado, verde. Eso cuesta dinero y esos trabajadores merecen ganar dinero y yo no les puedo pagar miseria y eso se financia con la matrícula».

El rector también habló del papel de los egresados ucabistas en esa gran tarea de ayudar al financiamiento de la institución y a la subvención de los estudiantes de menores recursos. Mencionó la diferencia cultural que hay con respecto a universidades estadounidenses que mantienen con sus egresados estrechos lazos.

 «Lamentablemente, en Venezuela el rol de los egresados nunca ha sido claro y rara vez las universidades se han planteado modelos de relación cercanos al modo como las universidades estadounidenses lo hacen. Ahí hay una distancia cultural que necesitamos salvar», afirmó el padre Peraza.  «Estamos tratando de construir y reconstruir las redes a través de la Dirección de Egresados, eso es un cometido fundamental que se trazó el padre Virtuoso y lo que hemos hecho es continuarlo y sostenerlo», finalizó.

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