Los países ricos deberían multiplicar entre diez y dieciocho veces los fondos para cubrir las necesidades de adaptación de los países pobres frente a los devastadores efectos de la crisis climática, alertó hoy el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), con sede en Nairobi.
Así, los Estados más vulnerables necesitan entre 194.000 y 366.000 millones de dólares más de financiación al año, según la octava edición del «Informe sobre la Brecha de Adaptación» de la organización, publicado este jueves y titulado «Infrafinanciado. Infrapreparado. Inversiones y planificación inadecuadas para la adaptación climática dejan al mundo expuesto».
Esas cifras crecieron más de un 50 % en el último año, después de que la financiación bilateral y de organizaciones multilaterales hacia los países en desarrollo bajara un 15 % en 2021 (hasta los 21.000 millones de euros) y mientras los impactos de la crisis climática no hacen más que crecer.
El informe se publicó antes de la celebración en la ciudad de Dubái entre los próximos 30 de noviembre y 12 de diciembre de la Cumbre de la ONU para el Cambio Climático (COP28), principal foro político sobre el clima.
«En 2023, el cambio climático volvió a ser más destructivo y mortal: se batieron récords de temperatura, mientras tormentas, inundaciones, olas de calor e incendios forestales causaron devastación», dijo en un comunicado la directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen.
Sin embargo, «el progreso en adaptación se está ralentizando en los tres ámbitos analizados anualmente -financiación, planificación e implementación- cuando debería estar acelerándose rápidamente», añadió Andersen.
Los fondos y las acciones insuficientes para impulsar la mitigación -medidas para reducir o evitar las emisiones de gases de efecto invernadero- y la adaptación -respuestas a los efectos del cambio climático- tienen graves consecuencias para los países pobres, algunos de ellos situados en las regiones más golpeadas por esta crisis.
De hecho, en las últimas dos décadas, las 55 economías más vulnerables a la crisis climática perdieron hasta 500.000 millones de dólares por fenómenos como la desertificación o el aumento de los niveles del mar, «unos costes que subirán abruptamente durante las próximas décadas», según el PNUMA.
De acuerdo a los cálculos del informe, los costes de adaptación en los países pobres son de entre 215.000 millones y 387.000 millones de dólares anuales.
EFE
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