La Ley de Coordinación y Armonización ya está en Gaceta Oficial. No obstante, Héctor Orochena, licenciado en Ciencias Fiscales, advirtió que «los días que tarde el Consejo Nacional de Administración en publicar el baremo son días perdidos para gobernaciones y alcaldías se adapten a la ley». «Ese consejo va a publicar los mínimos y máximos de las alícuotas», explicó.
En entrevista para Unión Radio, manifestó que no solamente hay que hacer el cambio en las ordenanzas, sino de todo el sistema de recaudación. «Hay un software unificado. Se debe reprogramar el sistema», dijo.
Recomendó que lo primero que deben hacer los empresarios contribuyentes es acercarse a las alcaldías. Tener conversaciones para que las próximas ordenanzas se adapten a la realidad de cada municipio. «Las alícuotas no deben ser iguales en un municipio agrícola que en uno comercial», ilustró.
A juicio del especialista, esta ley nace con una grandísima falla de origen: no incluir la tributación nacional. Puso como ejemplo aquellos gravámenes que considera problemáticos y que quedan por fuera, como el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras y el Impuesto a los Grandes Patrimonios.