La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) inauguró el Tercer Seminario Regional de Desarrollo Social en colaboración con varias instituciones. En este evento, autoridades internacionales y expertos coincidieron en destacar la importancia crucial de la inclusión laboral como factor determinante para reducir la desigualdad y la informalidad en América Latina y el Caribe, según informó la CEPAL.
El secretario ejecutivo de la CEPAL, José Manuel Salazar-Xirinachs, afirmó que la inclusión laboral es un objetivo clave del desarrollo social inclusivo, con el fin de garantizar que todos los miembros de la fuerza laboral tengan acceso a empleos decentes que aseguren una remuneración adecuada y cobertura en protección social.
El funcionario resaltó que las mujeres, los jóvenes, las personas con discapacidad, las personas en situación de pobreza, los afrodescendientes, los pueblos indígenas y otros grupos que se encuentran en la intersección de los ejes estructurales de la desigualdad social enfrentan mayores obstáculos y barreras en términos de inclusión laboral.
Salazar-Xirinachs enfatizó que la inclusión laboral es un componente esencial para hacer frente a la desafiante situación laboral y social en la región. Destacó que no se puede lograr un mejor futuro del trabajo sin crear un mejor futuro de la producción, ya que ambos aspectos están estrechamente relacionados.
Por su parte, el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Gibert Houngbo, subrayó la necesidad de implementar políticas a mediano y largo plazo que promuevan la diversificación económica, la mejora de la educación formal, el desarrollo de habilidades, la correspondencia entre la oferta y la demanda de empleo, así como la anticipación para mejorar la empleabilidad y la productividad de los trabajadores.
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Además, destacó la importancia de contar con medidas de protección social sostenibles y sólidas instituciones laborales para crear un entorno seguro y equitativo.
La OIT reafirmó su compromiso de colaborar estrechamente con la CEPAL y enfatizó la necesidad de tomar acciones en esta materia a diferentes niveles en todos los países de la región latinoamericana y caribeña.
La CEPAL señaló que la pandemia desencadenó la peor crisis que han experimentado los mercados laborales de América Latina y el Caribe desde 1950. Durante el año 2020, en plena pandemia, la creación de empleo disminuyó un 8,2%, siendo esta la única caída registrada en los últimos 70 años. Además, se proyecta que entre 2014 y 2023, la tasa de crecimiento del número de ocupados será de tan solo 1,26%, en comparación con el 3,2% de la década perdida de 1980.
Entre 2002 y 2014, el mercado laboral desempeñó un papel fundamental en la reducción de la pobreza y la desigualdad en la región, gracias a procesos de formalización. Sin embargo, a partir de 2015, esta tendencia cambió y se ha deteriorado sustancialmente con la pandemia, lo que ha resultado en una profundización de las desigualdades.
Según datos de la CEPAL, en 2022, un total de 81,7 millones de personas entre 15 y 59 años (28%) en nueve países de la región se encontraban fuera del mercado laboral, de las cuales 57,1 millones eran mujeres (70%).
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