La competencia es el mejor regulador de la economía. No solo la venezolana. Los clientes suelen buscar marcas y precios ajustados a sus preferencias y presupuestos.
Ante los requerimientos de los consumidores, los empresarios se ven obligados a mejorar las tarifas y la calidad, cambiar de rubro o desaparecer del mercado.
Pero en Venezuela, el economista Asdrúbal Oliveros explicó que «por años de controles, muchas empresas tienen la idea errada de que los costos determinan los precios». A este fenómeno lo bautizó como «síndrome Sundde».
El socio director de Ecoanalítica admite que «los costos son importantes para saber cuánto se gana o se pierde pero, en realidad, los precios vienen determinados por la competencia y la capacidad de compra de tus consumidores. Dos factores que van mucho más allá de la estructura de costos».
Para mantener las puertas abiertas de su negocio, Oliveros considera relevante analizar el poder adquisitivo de sus clientes. Además, indagar cuáles son los precios y la calidad de lo que ofrecen sus competidores directos en el mercado.
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