El consumir carne, pollo o pescado, se ha convertido en un lujo para los tachirenses, los altos costos de esta proteína impiden que puedan ser compradas y consumidas diariamente, por lo que la ciudadanía ha tenido que organizar sus menús diarios basándose en vegetales, o granos para sustituir la carne o el pollo., reseña la Prensa del Táchira.
«Como siempre le toca a uno con todo, arañando aquí y allá para comprar, soy jubilado ¿Qué me puede alcanzar para comprar carne todos los días?», ese fue el testimonio de Ramón Rodríguez, quien tiene que comprar de «a poquito», carne cuando puede. Su sueldo de jubilado no alcanza para mucho, y asegura que ya no puede degustar de un buen plato de comida por los altos costos que esto implica, además menciona que su sueldo es en bolívares soberanos, y todos los precios ya están establecidos en pesos colombianos, por lo que se le hace más difícil subsistir.
En las últimas semanas se ha registrado un aumento en los precios de esta proteína en la ciudad, donde el kilo de carne de primera cuesta 13.000 pesos colombianos o 13 millones de bolívares, mientras que la de segunda, presenta un valor de 11.500 pesos o 11.500.000 bolívares.
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Sin embargo, algunos tachirenses procuran comprar proteína animal cada quince días, tratando de «rendirla« usando los vegetales, para sustituir la carne, eso es lo que hace Alfonso Samudio, quien vive solo con su esposa luego de la emigración de sus hijos. Entre ambos tratan de comprar un kilo de carne molida o en bistec cada quince días, «ahí estiramos la cosa, no todos los días se puede comer carne, otro día se come vegetales y así».
Por otro lado, el pollo y el pescado no se han exceptuado de los altos precios y de la poca accesibilidad que tienen, el kilo de pollo vale 10.000 pesos o 10 millones de bolívares, su precio la semana pasada era de 8000 mil pesos u 8 millones de bolívares.
Asimismo, el pescado más económico es la sardina y cuesta 5.000 mil pesos o 5 millones de bolívares, aunque el más costoso es el robalo, el que vale 12.000 mil pesos o 12 millones de bolívares.
«La carne la compro por ahí cuando Dios socorre, si acaso una vez al mes, y compro lo más económico», así lo manifestó Ángel Hernández, quien cuenta que cada vez que cobra su pensión se siente más decepcionado, al ver que no le podrá alcanzar para solventar muchos gastos, «uno se echa esa plata en el bolsillo del pantalón y me sobra espacio» dijo.
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Hay quienes por más que les genere gasto igualmente, «arañan» de un lado y del otro para comprar un pedazo de carne «trato de sobrellevar la cosa, un día lo combino con ensalada otro con granos, todo los días no se puede comer carne, pero si hay que comprarla». Eso fue lo que manifestó Priscila Ramírez, en su casa se estipula comer carne dos veces por semana carne, el resto de los días, prepara otras comidas que no ameriten esta proteína.
Falta de proteína animal perjudica la salud
La carne y el pollo contienen alto valor biológico, por presentar mayor propiedad para mantener el tejido muscular de la persona. A través de eso se presenta la formación de la masa muscular, las proteínas animales trasladan albuminas al cuerpo.
Así lo aseguró la nutricionista Graciela Watts, quien explicó que la carne o el pollo producen el 60% de proteína al cuerpo, mientras que la proteína vegetal, como lo son los granos y cereales solo representan el 40%. «La proteína vegetal debería ir acompañada por lo menos por un poco de proteína de origen animal, si se les difícil por los costos, se recomienda cocinar los granos en consomé de modo de que quede muy estructurado, para las personas que no pueden consumir carne por limitaciones».
Por su parte, Watts también explicó que la falta de consumo de proteína animal afecta progresivamente la salud, las personas que no consumen proteínas de ningún origen pueden presentar un grado de desnutrición, afectando otros órganos, tales como el riñón.
Si el ser humano comienza a usar la proteína como fuente de energía, el catabolismo de la misma pasará por una membrana sensible que es el riñón, «esa cantidad pasada por la membrana sensible, hace que el riñón pierda sus funciones, es por eso que las personas que no consuman proteínas pueden tener daños renales», especificó.
La nutricionista finalizó, haciendo énfasis de la importancia que implica tener una alimentación balanceada, donde los carbohidratos, grasas, y proteínas cuentan con una función específica, y la falta de consumo de alguna ocasionará desventajas en el organismo de la persona a los largo del tiempo.
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