Viven entre el humo, ese que molesta en la vista y no tarda en carcomer con una especie de carraspera en la garganta.
Realidad que vive la señora Vilma Lujano en Cerro Gordo, ante la ausencia del gas e intermitencia del servicio eléctrico, que la obliga a cocinar a leña. Un riesgo que la puede ubicar entre el promedio de 10 pacientes diarios atendidos por deficiencia respiratoria en hospitales de Barquisimeto.
Estos casos son tratados con suma cautela en los centros asistenciales, para evitar generalizarlos en contagios por Covid-19. La data diaria confirma al hospital central Antonio María Pineda que registra entre 10 a 12, el Rotario en 10 y en La Carucieña entre 10 a 20 afectados.
En el hospital central no ha desaparecido la gripe, dengue ni demás afecciones. Cuadros virales que se comprometen con la frecuente inhalación de humo y deben ser descartados como sospechosos por coronavirus.
La necesidad apremia. Muchos larenses improvisan fogones, para cocinar a leña y ante la necesidad de deshacerse de los desechos, queman la basura en sus patios. Las consecuencias se aprecian entre la decena de pacientes con dificultad respiratoria que acuden al hospital Rotario. “No se puede etiquetar que sean vinculados al Covid, porque pueden tener un precedente cardiovascular que los hace más vulnerables ante la frecuen te inhalación de humo”, señala la internista María Gabriela Morales.
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