Pobreza extrema por ingreso. Así se puede calificar la situación de quienes reciben pensión en Venezuela.
La cifra de 400.000 bolívares -equivalente al salario mínimo oficial- que reciben los pensionados desde mayo causó impacto en la opinión pública durante las fechas de cobro, porque en medio de la dolarización de facto que se vive en el país surgieron inevitablemente las comparaciones con su equivalente en divisas.
El monto que percibe este sector, calculado en dólares, se redujo en 99,5% en nueve años según cotización no oficial o paralela, que es el que la mayoría de venezolanos toma como referencia en la actualidad.
Si se realiza el mismo cálculo con la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV) del martes 20 de octubre, el monto de la pensión de los venezolanos sería de 0,88 dólares. Una semana después, el martes 27 de octubre, la cifra se redujo a 0,85 dólares y al 30 de octubre se ubicó en 0,77 dólares, al hacer la conversión con los montos publicados en la base de datos que lleva el BCV y que cualquiera puede descargar.
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Con 400.000 bolívares los pensionados pagan un kilo de harina de maíz o alrededor de 13 pasajes del transporte público. No podrían costear ambas cosas. Estos ejemplos dan cuenta de la magnitud de la crisis que atraviesan los adultos mayores dentro del territorio venezolano.
La más reciente medición del Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (Cenda) estima que se necesitan 180 salarios mínimos -en este caso, pensiones- para cubrir la cesta básica alimentaria.
No siempre fue así. Hace 10 años y 10 meses -en diciembre de 2009- los adultos mayores cobraban el equivalente a 450 dólares, si se toma en cuenta la tasa oficial del Banco Central de Venezuela establecida en esa época (2,15 bolívares “fuertes” por dólar) y el salario mínimo vigente para el momento que era de 967, 50 bolívares fuertes (BsF.). No obstante, ese año el ingreso establecido tampoco cubría la canasta alimentaria normativa del Instituto Nacional de Estadística (INE), que era de 1070,89 BsF.
En 2009 los pensionados recibían $153,57
Con un dólar paralelo a 6,30 bolívares fuertes, en diciembre de 2009 el monto de la pensión era de 153,57 dólares durante el mandato de Hugo Chávez, cuando el precio del petróleo superaba con frecuencia los 100 dólares por barril y quienes contaban con tarjeta de crédito disponían de 5.000 dólares a tasa preferencial (BsF. por dólar 2,15 ) para viajar al exterior, además de 3.000 dólares preferenciales para compras por Internet.
Tales condiciones generaron el fenómeno de los “raspacupos”, personas que salían de Venezuela, cambiaban bolívares por dólares y se beneficiaban del diferencial cambiario. En aquel entonces la inflación no era un problema de gravedad y los bancos apenas comenzaban a ofertar el servicio de transferencias como un método más seguro y rápido de efectuar transacciones bancarias.
Inicia el declive de la pensión
En diciembre de 2010 el dólar oficial se cotizaba en BsF. 4,30 y el “paralelo” en BsF. 9,35, mientras que el salario mínimo se ubicaba en BsF. 1.223,89. Por lo tanto, el monto de la pensión por vejez cerró en 284,63 dólares si se tomaba como referencia la cotización del BCV y en 130,9 dólares según el marcador no oficial. En ambas conversiones hubo una disminución de 36,75% y 14,76%, respectivamente.
En 2011 hubo un repunte. Se mantenía la burbuja del crudo en más de 100 dólares al tiempo que se sentían los primeros atisbos de escasez en rubros puntuales. Esto trajo como consecuencia que aquello que no se producía en el país se importaba, en detrimento del aparato productivo nacional. La gestión de Chávez no podía contener la inflación, un mal que arrastraba Venezuela desde el famoso “viernes negro”, en febrero de 1983.
Al 31 de diciembre de ese año, con un dólar oficial aún en BsF. 4,30, el paralelo en BsF. 9,46 y el sueldo mínimo en BsF. 1.548,51 (26,5% más que el cierre de 2010), los pensionados devengaban mes a mes el equivalente a 360,12 dólares (BCV) o 163.69 dólares (tasa no oficial). Esta última cifra, si se toma en cuenta exclusivamente el marcador no oficial, fue la más alta de los últimos 11 años.
Se requería de 1,12 salarios mínimos para cubrir la canasta alimentaria normativa del INE en los años 2010 y 2011. Dicho de otra manera, aún en un aparente periodo de bonanza, el ingreso de los pensionados apenas alcanzaba para subsistir, según los mismos indicadores oficiales.
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