Fedecámaras propone construir un nuevo modelo de país que permita la reactivación de la economía en la post pandemia

Para Ricardo Cusano “Venezuela agoniza” y plantea una transición política con inclusión social para que ésta sea exitosa y sustentable en el tiempo. Añadió que “hay que dejar atrás los sentimientos de odio y de venganza que nos ha dejado más de 20 años de pugna política”

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En el cierre de la Asamblea anual de Fedecámaras número 76 cuyo lema fue “Por una nación incluyente y productiva”, su presidente Ricardo Cusano, consideró que “los empresarios no podemos sentarnos a esperar a que ocurran los cambios para comenzar a trabajar en procura de una Venezuela productiva. Estamos llamados para presentar propuestas de solución ante la crisis y promover desde nuestra autonomía e independencia los espacios y condiciones para que se dé el viraje definitivo hacia una Venezuela próspera y de progreso”.

Por Descifrado

Además, sostuvo este viernes 7 de agosto que “hay que privilegiar al país sin importar la postura política, pero sobre todo reconocernos como venezolanos y emprender la transición hacia la democracia plena, con instituciones incluyentes hacia la paz”.

Añadió el dirigente empresarial que Fedecámaras “no puede permanecer expectante ante el grito que exige solución a los problemas en el término inmediato, de allí nuestra propuesta por una nación incluyente y productiva que convoque a todos los sectores de la sociedad para definir, en comunión, el modelo de país que necesitamos a largo plazo”.

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Propuso la organización de una agenda conjunta que modele una reforma estructural que, una vez superada la pandemia, “producir la reactivación económica y un camino de progreso y bienestar para Venezuela.

Ricardo Cusanno consideró que “el Estado ha sido incapaz de planificar y de aplicar un esquema ordenado de decisiones coherentes en política económica. El protagonismo e intervencionismo han hecho del Estado un actor extremadamente ineficaz en el cumplimiento de sus cometidos fundamentales en materia de servicios públicos: educación, alimentación, salud, empleo, seguridad y justicia. Es además deber del Estado garantizar un ambiente propicio de trabajo para el sector privado, con el diseño e implementación de políticas públicas coherentes y una visión a largo plazo que respete la libre iniciativa y la propiedad privada, derechos conocidos internacionalmente como piedras angulares en el crecimiento económico y la prosperidad de un país (…) “hay que dejar atrás los sentimientos de odio y de venganza que nos ha dejado más de 20 años de pugna política”.

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