Este domingo los adultos mayores celebran el Día de Los Abuelos sumergidos en la pobreza, con una pensión que no les alcanza para comprar alimentos, mucho menos para la compra de medicinas que la mayoría requiere.
Evaristo Pérez, cuanta ya 77 años y admite que en otros tiempos vivir en Caracas era un privilegio, pues por ser la capital había mayores posibilidades de empleo con el que levantó a su familia brindándoles calidad de vida.
Hoy se encuentra sólo, su esposa murió junto al mayor se dos hijos en un accidente de tránsito y segundo hijo está fuera del país, labrándose el camino para poder ayudar a su padre.
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Este día del abuelo, considera Pérez, es muy triste para muchos porque el que no se encuentra solo, está enfermo, o simplemente no tiene como alimentarse.
“Siempre le pedí a Dios una vejez digna. Gracias a Dios tengo salud, aunque por la baja calidad de los alimentos que consumo no creo que me dure mucho tiempo”, expresa.
Domenica Rausseo, dice haber vivido mucho ya. Fue maestra y esta jubilada desde hace 10 años. La diabetes la tiene en silla de ruedas y dependiendo de insulina. Su pensión no le permite realizar grandes compras de alimentos por lo que pide encarecidamente al Ejecutivo Nacional que sinceren los montos de la pensión tomando en cuenta el alto costo de la vida.
“Hoy Día del Abuelo, pido al Presidente Maduro que nos devuelva la calidad de vida que teníamos y que nos permita irnos de este mundo con dignidad”, concluyó.
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