Con el crédito severamente restringido y un incremento constante de costos al ritmo que marca la hiperinflación, la banca ha continuado sus procesos de ajustes, en función de mantener su eficiencia operativa y salud financiera, aún cuando la rentabilidad ha venido cayendo de manera consistente.
En este sentido, el sistema bancario venezolano redujo el tamaño de su nómina en 2.692 trabajadores en los primeros cuatro meses de 2020, al pasar de 49.166 empleados a 46.474 entre el cierre de diciembre de 2019 y abril pasado. En términos porcentuales, el recorte fue de 5,48%, de acuerdo con el más reciente reporte de la Superintendencia de Instituciones del Sector Bancario (Sudeban).
Al corte del 29 de abril pasado, el valor del efectivo en poder del público apenas representó 4,13% del total de la liquidez monetaria, que ascendió a nada menos que 114,59 billones de bolívares. Este dato es relevante, porque más de 90% de las operaciones que se realizan en la red de cajeros automáticos es de retiro de billetes.
Si se compara con la data de 2018, se han desactivado 3.894 equipos de ATMs (acrónimo en inglés de Automated Teller Machine), que representa una contracción de 49,22% de esta red.
Con información de La Patilla.
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