Al celebrarse este mes el Día Internacional contra el cáncer de mama, las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan importantes datos en la incidencia y la mortalidad del cáncer de mama en países de América Latina y en España.
España, Argentina y Uruguay presentan las peores cifras de incidencia por esta enfermedad, mientras que los mayores índices de mortalidad se encuentran entre las dominicanas. Un estudio de la OMS señala que la República Dominicana no tiene puesto en marcha ningún tratamiento de detección precoz en el sistema de salud pública como las mamografías.
Latinoamérica sigue en deuda en la lucha contra el cáncer de mama debido a la falta de un diagnóstico y tratamiento oportunos, la poca educación de las pacientes, los altos costos de una mastografía y la baja inversión en salud, dijo a Efe el doctor Carlos Domínguez, director general médico de la Fundación de Cáncer de Mama (Fucam)., publica Euro News.
En América Latina, tan solo un 60% sobrevive al cáncer de mama. «En países europeos se ha demostrado que si se tiene cobertura de 70 % de población se puede disminuir en 30% mortalidad de cáncer de mama y es algo que en Latinoamérica no hemos podido hacer», lamenta el especialista.
«No sabemos a qué pacientes les va a dar cáncer de mama, no hay forma de evitar la enfermedad, pero se puede tratar si se detecta oportunamente y las pacientes pueden tener una sobrevida de entre el 98 y el 100%», aseveró.
Aunque España tiene la incidencia más alta de todos los países analizados, tiene una de las mortalidades más bajas.
De acuerdo con datos de la Organización Panamericana d la Salud (OPS), se estima que 30% de la población en América Latina no tiene acceso a atención de salud debido a razones económicas y que 21% renuncia a buscar atención debido a las barreras geográficas.
Domínguez precisa que también es importante conocer los factores de riesgo como no tener un hijo a término antes de los 30 años, haber empezado a reglar antes de 11 años y dejar de hacerlo después de los 50, ingerir hormonas en la menopausia y tener familiares con cáncer de mama.
«Lo ideal es que si se tiene alguno de estos factores se haga la mastografía a partir de los 40 años y de forma anual, ya que esta enfermedad puede presentar cambios de un año a otro», concluye.