Ya ni el “bachaqueo” de productos, ni la especulación, pueden ser utilizados como excusas para justificar el alto costo de productos y servicios en el país.
Ejemplo de esto es el costo del jabón en polvo, el cual en supermercados ya alcanza un costo de Bs. 12 millones por kilogramo, es decir, 4 sueldos mínimos.
Esta situación ha llevado a ciudadanos a buscar jabón en vendedores ambulantes, quienes los tienen a un costo menor, pero igual de menor es la calidad. Usuarios que han adquirido estos productos han denunciado que en muchos casos no lavan bien y que pierden su dinero.