El pollo, uno de los productos proteínicos más demandadas por los venezolanos, es un bien que elocuentemente demuestra la decadencia total del salario mínimo como remuneración para mantener a una familia.
Datos del Centro de Difusión del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice) dan cuenta de que, a principios de año, el sueldo mínimo alcanzaba para comprar un pollo entero de dos kilos, aunque suponía una pérdida considerable del mismo. Eso cambió a mediados de abril debido a la hiperinflación. Por esos días fueron necesarios 1,5 salarios mínimos para comprar el ave. Quince días más tarde eran necesarios 2,35 salarios mínimos, y para mediados de junio, 2,47.
Cedice estima que en seis meses el precio del pollo aumentó 20 veces. Ello supuso un incremento quincenal promedio de 31%.
En 6 meses el precio del pollo entero aumentó 20 veces y ahora para que una persona puede adquirir un pollo de 2 kg necesita 2 salarios y medio https://t.co/caMfS3nwJP #InflaciometroDeCaracas #AsíGastanTuDinero pic.twitter.com/c3lHaGaWmd
— Cedice Libertad (@CEDICE) 9 de julio de 2018