La falta de materia prima coloca en una situación delicada a la empresa privada básica de Guayana Ferroatlántica de Venezuela, que proporciona insumos a la industria del hierro, acero y aluminio. «La planta produce actualmente a 20% de su capacidad instalada de 105.000 toneladas métricas anuales», informó Gustavo Barrios, directivo del sindicato de Ferroven.
Ante la baja de la actividad manufacturera, la gerencia de la compañía adoptó medidas de emergencia económica, entre ellas la flexibilización laboral consistente en la reducción de los turnos de trabajo y el envío de 90% del personal a sus casas con el pago del salario básico mensual, ticket alimentación, fideicomiso y HCM.
Barrios precisó que estas condiciones laborales implican una caída del ingreso integral porque los trabajadores no perciben el dinero adicional por hacer guardias y horas extras y bonos de productividad. Asimismo, la hiperinflación diluye el poder adquisitivo de lo que les pagan con la flexibilización.
El dirigente destacó que ante la difícil situación económica, los trabajadores plantean la venta de sus acciones correspondientes a su participación en la empresa. Agregó que la incertidumbre sobre las condiciones operativas de la compañía afecta la estabilidad laboral de 1.000 empleados (300 directos y 700 indirectos).
Con información de El Nacional.