La especialista en seguridad alimentaria Susana Raffalli expresó que el número de venezolanos que padecen desnutrición aguda se duplicó entre 2015 y 2017 para alcanzar un total de 1,8 millones de personas.
«Ocho de cada diez venezolanos dice no haber tenido suficiente dinero para comer. El Instituto de Investigación Agroalimentaria dice que por primera vez durante el gobierno de la revolución bolivariana bajamos el nivel de suficiencia alimentaria disponible para la nación a 95%, cuando el límite permisible que establece la seguridad alimentaria es de 110%», dijo, durante la presentación del informe anual sobre violaciones de Derechos Humanos de la ONG Provea.
Manifestó que la emergencia alimentaria implica mucho más que la falta de comida y que también está interrelacionada con las epidemias, el colapso del sistema de salud y el suministro de agua segura. También se vio impactada por la fuerte crisis económica y la hiperinflación. Señaló que el sistema de pagos de bonos por el Gobierno nacional creó «una fuerte adherencia al Carnet de la Patria como instrumento de control político».