El vicepresidente de la República, Tareck El Aissami, afiirmó que gracias a la gestión del Gobierno nacional «la pobreza extrema en Venezuela cayó a 4,4% de la población el año pasado». Estas declaraciones las emitió durante la presentación de la Memoria y Cuenta 2017 del Gabinete Ejecutivo ante la «asamblea nacional constituyente».
Aparte de contrastar con el creciente número de personas mendigando que se observa en las calles, la estampida de emigrantes desesperados por huir de la situación socioeconómica y los reportes de desnutrición en todo el territorio nacional (certificados por organismos internacionales), la cifra presentada por El Aissami choca con la Encuesta de Condiciones de Vida que elaboran las universidades Central de Venezuela, Simón Bolívar y Católica Andrés Bello. De acuerdo con esta investigación, en realidad 61,2% de la población se encuentra en pobreza extrema.
El Aissami no indicó el método empleado por el Gobierno para llegar a esa peculiar conclusión. Según el vicepresidente, Venezuela es actualmente el país con la menor desigualdad económica en la región.