El Ejecutivo ha potenciado la creación de diversos bonos para masificar la dependencia a los programas de asistencia social como un mecanismo para que los sectores más vulnerables de la población puedan satisfacer, de algún modo, su requerimientos de vida pese a que en la realidad la medida resulte contraproducente. Nicolás Maduro a través del “Carnet de la Patria” ha potenciado el desarrollo de estos mecanismos, los cuales iniciaron desde 2017, y se han diversificado en la medida en que se acerca el próximo proceso electoral de las presidenciales.
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Entre esos bonos destaca el asignado desde 2017 a los adultos mayores. Se trata de una asignación mensual contra la llamada guerra económica. Esta actualmente se ubica en 99 mil 404 bolívares, y es entregado a los más de tres millones de pensionados existentes en el país. Posteriormente, con motivo del Año Escolar 2017–2018, iniciado en septiembre pasado, se anunció la entrega del Bono Único Escolar de Bs 250.000 para unas tres millones de familias. En diciembre pasado el mandatario nacional también aprobó los bonos Navideños de Bs 500.000 para cuatro millones de familias, y el Bono Niño Jesús por el mismo monto a cuatro millones de hogares.
A estos dos se le sumó el Bono de Reyes, por Bs 500.000, cuyo monto se entregó desde el 06 de enero pasado a ocho millones de familias. El pasado 15 de enero Maduro anunció la entrega de bonos mensuales para las más de 1,5 millones de familias que integran la “Gran Misión Hogares de la Patria”.
La meta del Gobierno es alcanzar cuatro millones de familias durante este año. Estas retribuciones dependen de la cantidad de integrantes del núcleo familiar y van desde Bs 320.000, para familias dos integrantes, hasta Bs 1.680.000, para hogares de 10 integrantes. En el caso de las embarazadas también se vieron beneficiadas con 700.000 la cual incluye otro incentivo de un millón de bolívares a cada mujer para la fecha del parto, así como el apoyo médico, humano y logístico mediante el Plan de Parto Humanizado, que pretende resguardar a las 500.000 mujeres que en promedio dan a luz al año. Hasta la fecha se han censado a más de 300.000 gestantes, de las cuales 108 mil 914 reciben el bono desde su primera entrega. Por el mismo monto de Bs 700.000 mensual, fue aprobado el Bono José Gregorio Hernández para personas con discapacidad.
Estas y otras políticas, como la solicitud de medicamentos mediante el centro de llamadas 0-800-SALUD-YA (0-800-72583-92), la activación de intervenciones médicas gratuitas a través del Plan Quirúrgico Nacional, y la labor de las demás Misiones y Grandes Misiones, son gestionadas a través del Carnet de la Patria, tramitado hasta la fecha por 16 millones 595 mil 140 venezolanos.
Otra de las sorpresas de 2018 fue el “Bono de Carnavales” el cual tendrá un monto de 700.000 bolívares y se entregará a ocho millones de venezolanos a partir del próximo lunes 5 de febrero. Nicolás Maduro dijo en una reciente alocución, que gracias a su política de bonificación unos 20 millones de ciudadanos son protegidos por la “Gran Misión Hogares de la Patria” que desde 2017 beneficia a sectores más necesitados.
«La meta es integrar las misiones y grandes misiones al Carnet de la Patria para llegar a todos los hogares venezolanos. El Movimiento Somos Venezuela los visitó a lo largo y ancho del país casa por casa desde el 1º de enero. Vamos de manera progresiva porque pasaremos de 1 millón 500.000 que implicó la primera etapa de Hogares de la Patria hasta 4 millones», enfatizó.
Informó que 300.578 nuevos pensionados comenzarán a cobrar su asignación mensual a través del monedero digital del carnet hasta que el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) complete su incorporación al sistema de protección social. Para esto, aprobó Bs 209.150 millones.
La sorpresa más reciente fue el Bono del Día de la Juventud, que se comenzará a depositar el próximo 12 de febrero a 2.500.000 venezolanos, por un monto de 700.000 bolívares.
Dicho bono será asignado a través del Carnet de la Patria, exclusivamente para los jóvenes.
Ciudadanos dependientes
Para el economista y miembro de Cedice, Óscar Torrealba, cuando el Gobierno establece ese tipo de políticas la primera pregunta que debe hacerse es de dónde sale el dinero para esas asignaciones.
“No solamente estamos hablando de beneficios completos para familias, que ya es una gran cantidad de dinero mensual, sino de una variedad de asignaciones que incluye hasta a mujeres embarazadas, convirtiéndose en un gasto corriente o en un mantenimiento familia. Para poder sostener esto debes tener algún flujo de dinero corriente”. Alega que ese tipo de medidas lleva al país a la situación actual de Venezuela donde “los ingresos petroleros han estado disminuyendo, el Producto Interno Bruto (PIB) está disminuyendo, es ahí cuando nos vamos a los hechos. Desde diciembre de 2016 el Gobierno inició una masiva emisión de dinero electrónico”.
“Históricamente el Gobierno siempre emite papel moneda, que en efecto genera inflación, pero aquí está pasando otro fenómeno. Hay que recordar que desde 2015 el país comenzó a tener problemas para imprimir dinero, por esa razón buscó alternativas como solicitar la impresión de bolívares en Brasil; incluso nuestra casa de la moneda se quedó sin recursos para poder imprimir papel moneda; ante ese problema el Banco Central de Venezuela (BCV) resolvió agregar ceros a la derecha en sus cuentas bancarias y empezar a transferir ese dinero a través de la Banca Pública”.
Para Torrealba en todos los periodos hiperinflacionarios hay escasez de billetes, pero la verdadera escasez comenzó mucho antes del actual periodo de hiperinflación, específicamente un año antes. “Eso se debe a que si se está emitiendo una gran cantidad de dinero electrónico ciertamente esto va a producir una gran demanda de efectivo. Obviamente se está expandiendo la base monetaria a través del dinero electrónico potenciando aún más la inflación”.
Alega a su vez que lo más contraproducente es que “toda esa cantidad de bonos, considerando los ingresos fiscales, se están emitiendo a través del Carnet de la Patria bajo el mecanismo antes descrito a modo de “programa asistencia”, por ello todo eso que el Ejecutivo está prometiendo se está financiando mediante la creación de dinero de la nada que es la fuente del problema”.
Explica que de esta manera se está convirtiendo a las personas más dependientes del programa asistencial.
“Esta situación matemáticamente hablando produce un aumento de los precios. La liquidez monetaria tuvo una variación del 1.000 % el año pasado, a una razón del 5 % semanal, siendo el mes de noviembre el más elevado con variaciones de 14 % en una semana. Mientras que el Producto Interno Bruto disminuyó en 15 %”. A su juicio pareciera que la intención desde el Ejecutivo es mantener esas estrategias de dependencia.
“Es decir, mantener ese estatus quo y obligar a las personas a subordinarse a ese método trabaje o no para poder comer. Con el tema de la hiperinflación el golpe duro es la reposición de inventario, provocando una descoordinación en la economía y destruyendo el aparato productivo”. Por su parte el analista financiero José Ignacio Guarino detalla que todo dinero inorgánico, independientemente de la forma en que haya sido emitido, potencia la demanda de bienes y servicios.
“Cuando inyectas capital a cualquier economía donde no hay productividad potencias la inflación, sea por cualquier mecanismo. La inflación no se dispara únicamente con liquidez monetaria. Al tener el sistema ese dinero inorgánico presiona de igual forma sobre la demanda de bienes y servicios, entonces tiene un efecto directo sobre el incremento de la inflación”.
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