Un miembro del Parlamento de los Países Bajos ha solicitado a los Ejecutivos de Curazao y Aruba que aclaren las informaciones aparecidas en prensa según las cuales grandes cantidades de oro proveniente de Venezuela entran de forma ilegal en esas dos islas caribeñas.
Medios locales recogen hoy que el legislador holandés Ronald van Raak solicitó por escrito al ministro de Relaciones Exteriores de los Países Bajos, Raymond Knops, información sobre el asunto -que, supuestamente, contaría con pleno conocimiento de las Fuerzas Armadas de Venezuela-, después de su visita a Aruba y Curazao la semana pasada, reseñó Efe.
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Van Raak quiere saber si la información divulgada por medios locales sobre el contrabando de oro a gran escala desde Venezuela a estas pequeñas islas caribeñas es cierta y si es así por qué no se han tomado medidas.
Van Raak también preguntó sobre las cifras de exportación de oro de Curazao, dado que no se tiene información de que en ese pequeño territorio caribeño haya presencia del mineral.
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El parlamentario holandés también cuestionó qué autoridades en Aruba y Curazao son responsables de ejercer control sobre el contrabando y el lavado de oro ilegal de Venezuela.
Las preguntas del parlamentario holandés llegan tras la publicación de un estudio realizado por el investigador ambiental y criminalista holandés Bram Ebus, quien recaba información relacionada con la excavación ilegal de oro en el sur de Venezuela y que publicó un artículo aparecido esta semana en el sitio en internet sobre temas ambientales Mongabay.
El oro proveniente de Venezuela sería transportado a estas pequeñas islas caribeñas, todas ligadas político-administrativamente a los Países Bajos, donde se vendería a través de canales legales para terminar en el mercado mundial.
Según las cifras reveladas en el estudio, Curazao exportó oro por más de 440 millones de euros (537,6 millones de dólares) en 2015, lo que representa un 33 % del total de bienes y servicios, lo que convierte a ese mineral en el segundo mayor producto de venta al extranjero, solo por detrás del petróleo refinado.
El comercio ilegal es la raíz del conflicto entre Venezuela y las islas caribeñas de Aruba, Bonaire y Curazao, que causó que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenara el cierre de la frontera aérea y marítima entre su país y esos territorios.
Informes apuntan que el contrabando no solo involucra el oro, sino otros minerales preciosos y también alimentos y combustible.
Estas tres islas se encuentran a pocos kilómetros de la costa del estado Falcón, en el occidente venezolano.
El pasado día 5, el jefe de Estado venezolano anunció el cierre, por 72 horas, de las comunicaciones del país petrolero con estas islas caribeñas para poner en marcha un operativo que acabe con los contrabandistas “que le dañan la economía a Venezuela”.
Maduro se quejó de que las autoridades de estas islas no hayan respondido a las repetidas advertencias de Caracas, y las emplazó a que “tomen medidas que hemos exigido durante más de dos años”.