Una o dos veces por semana reciben pollo las carnicerías del oeste de Vargas. Encargados sostienen que desde que el precio de las aves fue regulado, los despachos son más reducidos.
En el caso del frigorífico Las Perdices, la carne está desaparecida desde noviembre. “Aquí llega el pollo un día a la semana y se vende como pan caliente. Nos dejan cinco cestas y cada una pesa unos 150 kilos”, señaló Carlos de Abreu, según publica diario La Verdad.
Aunque el pollo fue regulado por la Sundde, en los últimos despachos se ha vendido el kilo a Bs. 125 mil, con el margen de ganancia del 30%. “El pollo se vende a Bs. 24 mil cuando el distribuidor lo factura a ese precio y viene la Sundde y la Guardia Nacional a supervisar las ventas”, destacó.
Al igual que otros frigoríficos, Las Perdices se mantiene con la poca venta de charcutería y chuletas de cochino. La nómica se vio afectada, y tuvieron que prescindir de los servicios de ocho trabajadores.
Doménico Almonte, encargado de El Bodegón de Catia la Mar, comentó que la última vez que recibieron carne fue el 30 de diciembre y la vendieron a Bs. 250 mil el kilo.
“Con el pollo han sido más consecuentes, a veces viene una vez a la semana o cada 15 días. A medida que vayan trayendo, vamos vendiendo, pero eso dependerá de las fiscalizaciones”.
En La Tienda del Pollo la situación es bastante crítica, pues desconocen las fechas de los despachos. “Aquí hacemos cola todos los días, porque no se tiene un día establecido para que los surtan”, manifestó el consumidor Abelardo Mora
