El desarrollo de una crisis diplomática por el presunto contrabando de material estratégico hacia Aruba, Curazao y Bonaire que generó el cierre fronterizo por parte de Venezuela, mantiene varados a un grupo de venezolanos, que con sus maletas embaladas y caras de incertidumbre transitan por el Aeropuerto Internacional de Maiquetía a la espera de alguna solución.
Al conversar con varios pasajeros en espera, nos comentaron que habían comprado sus pasajes con varios meses de antelación. Muchos no tienen para costearse un hospedaje temporal y tienen que aguantar varados en la terminal, según reseña El Universal.
Luego de seis días ninguno de los que espera tiene claro su destino, pues de acuerdo a lo dicho por el Ejecutivo nacional, el cierre de las comunicaciones aéreas y marítimas con las islas caribeñas se mantendrá hasta que no se concrete un plan para combatir las mafias del contrabando.
En respuesta a esta decisión la primera ministra de Aruba, Evelyn Wever-Croes, prohibió la compra de cobre no certificado proveniente de Venezuela, y a su vez indicó que recibirá a miembros del gobierno venezolano para acercar posiciones frente al cierre.
Desde que el presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció la medida diplomática, al menos un centenar de venezolanos continúan sin poder abordar un avión que los traiga desde las islas afectadas por la decisión hasta Venezuela y viceversa.
Al drama de la espera se le suma el que las aerolíneas no reembolsarán el dinero porque no es responsabilidad directa de las empresas, y los viajeros que deseen postergar sus vuelos para cuando se pueda viajar deberán pagar una penalidad en divisa extranjera.
Emigración frustrada
Laura, quién pidió mantener su apellido en reserva por seguridad, esperaba salir del país en horas de la mañana de ayer. Ella estudiaba Ingeniería Industrial en una de las principales universidades del país, pero decidió «huir» porque hace tres meses fue víctima de un secuestro.
«Iba hacia Miami con conexión en Aruba, ya perdí mis dos vuelos y nadie me repondrá ese dinero. Mis padres hicieron un sacrificio increíble para que pudiera salir del país y ahora lo perdí todo», indicó la joven estudiante universitaria.
Sobre la famosa obra de Carlos Cruz Diez también esperaba una familia con un caso similar, Luis Arzolay, su esposa y su hija de 13 años habían viajado desde Maturín hasta Maiquetía, tenían previsto un viaje de conexión hacia Aruba, para luego volar a la ciudad de Atlanta y de ahí hasta su destino final en Oklahoma, Estados Unidos.
La única respuesta que recibieron es que deben esperar por 72 horas más, no saben qué hacer, en su caso fueron tres los vuelos que perdieron. «Uno busca la manera para salir de este país y cada vez notamos como nos cercan más», indicó el señor Arzolay.
En Aruba, Julieth Pérez espera en el terminal porque el problema diplomático se supere. Venía a Venezuela desde Miami pero hizo escala en la isla. Allí pasó dos noches en un hotel pero ya no le queda dinero, ahora el Aeropuerto Internacional Reina Beatrix, es su lugar de pernocta.
Tampoco tiene recursos para pagar la penalización correspondiente a la postergación de su vuelo a Venezuela.
Poco movimiento
Pese a que enero representa una fecha donde muchos venezolanos regresan al país, luego de pasar las navidades en otras latitudes, es poco el movimiento de pasajeros que se ve en el aeropuerto de Maiquetía. Durante la mañana solo se notó la presencia de una sola aeronave, que tenía como destino la ciudad de Miami.
Los viajeros también denuncian el poco mantenimiento que recibe el aeropuerto. Malos olores, sillas desgastadas y poco transporte también se observan en el establecimiento.
Hacen un llamado a los organismos competentes para que alivien la situación.