Eduardo Marín, diputado de la Asamblea Nacional por Táchira, explicó que los ingredientes para la hallaca sufrieron un incremento de hasta 9 mil por ciento, con respecto al año pasado.
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El desastre económico que vive Venezuela, hoy pone a los venezolanos a enfrentarse a las peores navidades que han podido tener en toda su historia. Los venezolanos para esta época estaban abarrotando las tiendas en el centro, en los centros comerciales, comprando estrenos, regalos o algún detalle para lo que se llamaba “amigo secreto”, que en este año es imposible hacerlo porque incluso una chuchería supera los 30 o 50 mil bolívares, mucho más de lo que se gana al día un ciudadano común—, resaltó.
Destacó que quienes ya han recibido los aguinaldos, se dieron cuenta que el sueldo que perciben “es una fantasía”, ya que mientras el Gobierno se llena la boca hablando de aumento salarial sólo aumenta el ingreso mensual, pues el salario real es menos del 50 por ciento de lo que recibe en total durante el mes, pues el llamado bono de alimentación no es imputable a sus utilidades, prestaciones u otro tipo de beneficios, por lo que actualmente de los 456 mil bolívares de ingreso ni siquiera 180 son salario real.
En este sentido, considera que el Gobierno ha sido astuto a la hora de proteger los intereses de su administración aumentando el bono para que al final de año los trabajadores no puedan tener una “cifra real, acorde y justa” con respecto a su esfuerzo diario, y lo poco que perciben se vuelve “sal y agua”.
Dijo que hasta estos momentos la hechura de hallacas tiene un costo aproximado de dos millones de bolívares, mientras una familia promedio, donde el padre y la madre ganen sueldo mínimo, recibirá unos 900 mil bolívares de los tres meses de aguinaldos de ambos, que no alcanzarán para hallacas, estrenos ni regalos, ni para un pan de jamón que ya está en 150 mil bolívares y mucho menos para comprar pintura para sus casas, otra tradición para estas fechas, porque los precios en ferreterías aumentaron más de 4000 por ciento.
El diputado presentó una tabla comparativa de costos de cada ingrediente con precios que considera “alarmantes” como el de las aceitunas que el año pasado se cotizaban en 3 mil bolívares y hoy rondan los 300 mil, o el kilo de carne, cochino o pollo que costaban en promedio entre dos mil y 3500 bolívares y hoy superan los 80 mil bolívares, o el litro de aceite que estaba en 3500 y hoy llega hasta los 150 mil bolívares.
Lamentó que mientras más venezolanos cada día se ven presionados a hurgar en la basura para poder comer u optan por comprar comida por cucharadas o verduras y frutas por unidad, aumentando cada día los casos de desnutrición infantil y poniendo riesgo en desarrollo físico y sicológico de las generaciones futuras, el Gobierno le perdona una deuda a Dominica por 100 millones de dólares que bien podría ayudar a evitar el default y frenar el vórtice de hiperinflación que está terminando de destruir nuestra economía.
Marín aseveró estar convencido de que un cambio de gobierno permitirá detener este desastre, que ha convertido al efectivo en un bien “de lujo” que se transa por comisiones de hasta 50 %, con un valor de la moneda absurdo que obliga a los venezolanos a negociar en moneda extranjera.
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