Maritza Landaeta, coordinadora de la fundación Bengoa, aseveró que la desesperación ante la imposibilidad de alimentar a sus niños las conduce a maltratarlos. «Solo pueden darles agua y ya muestran signos de psicopatía», señaló
La especialista manifestó, durante un foro de Emergencia Alimentaria organizado por Amnistía Internacional, que la desnutrición prolongada en mujeres embarazadas afecta el desarrollo cerebral de los bebés, que nacen con lesiones que les impedirán un crecimiento normal. Dijo que a sustitución de carnes, frutas, quesos y vegetales por harinas, tubérculos y cereales, que no aportan los nutrientes esenciales, es una realidad en 6.000 hogares en los que la pobreza se incrementó a 81,8%. «El venezolano pasó de consumir un plato multicolor con proteínas a uno blanco sin calidad nutricional», dijo.
Señaló que la desesperación de las madres venezolanas ante la imposibilidad de alimentar a sus hijos las conduce a maltratarlos, lo que incrementa la violencia familiar y social, reflejo de una acelerada desnutrición infantil.
Con información de El Nacional.