El riesgo país de Venezuela se disparaba el martes hasta los 5.305 puntos, el más alto de los países emergentes, luego de que la calificadora Standard & Poor’s bajó la deuda soberana del país petrolero a incumplimiento selectivo, por la demora en el pago de unos 200 millones de dólares en cupones.
El diferencial entre el rendimiento de la deuda pública venezolana y el que ofrece la deuda pública estadounidense, trepaba 753 puntos, según el índice que mide JPMorgan.
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La agencia Fitch Ratings también colocó el lunes la nota de la deuda de la petrolera estatal venezolana PDVSA en la categoría de incumplimiento restringido por el retraso de una semana en el pago de un bono vencido, reseñó La Patilla.
“Hay dos aspectos para el alza. Primero, las calificadoras los pusieron en «default» (…). La otra amenaza es la decisión de ISDA, que todavía tiene que determinar si ha ocurrido un evento de cesación de pagos”, dijo Jeff Grills, un socio de la firma Gramercy Funds Management en Estados Unidos.
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Un comité de la asociación del mercado de derivados ISDA tiene prevista para el martes una discusión donde evaluarán un posible incumplimiento de PDVSA, que aunque pagó su amortización de unos 1.100 millones de dólares, se tomó una semana para hacerlo.
La decisión del comité podría activar el cobro de los seguros contra incumplimiento de crédito (CDS) de la petrolera.
La incertidumbre sobre la capacidad de pago de Venezuela va en aumento desde que el equipo financiero del Gobierno socialista de Nicolás Maduro comenzó a retrasar en octubre el abono de cupones de bonos por unos 750 millones de dólares.
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El país debía cancelar el lunes cerca de 300 millones de dólares en intereses demorados que ya no tienen período de gracia, por dos cupones de Venezuela y uno de PDVSA.
El martes inversores consultados no habían recibido ninguno de los pagos por el rendimiento de los bonos globales 2019 y 2024 y del título de PDVSA al 2027.
En tanto, una primera reunión entre el Gobierno y sus acreedores para discutir una reestructuración de la deuda externa del país y de su petrolera concluyó el lunes sin propuestas concretas, ni acuerdos sobre cómo proseguirán las conversaciones que apuntan a renegociar los términos de unos 60.000 millones de dólares en bonos.
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Casi un centenar de inversores -o sus representantes- acudieron el lunes a la sede administrativa del palacio presidencial en el centro de Caracas para asistir al encuentro promovido por Maduro y que duró sólo unos 15 minutos. El Gobierno dijo que el proceso para renegociar la deuda había iniciado con “éxito”.
La deuda venezolana cotizaba mixta durante la jornada. El bono referencial soberano, el Global 2027, retrocedía levemente, unos 0,6 puntos, mientras que el precio del bono al 2028 era el que más caía, un 13,08 por ciento.
Así mismo, el bono de referencia de PDVSA al 2022 se mantenía estable cerca de los 36,759 centavos de dólar, mientras los bonos más a largo plazo, como el PDVSA 2026 eran castigados con bajas de 4,2 puntos.
(Reporte de Eyanir Chinea. Reporte adicional de Daniel Bases en Nueva York; Editado por Javier López de Lérida)