Maduro ha encontrado un nuevo y discreto método de intimidación para quienes a diario denuncian la crisis política y económica que vive Venezuela y la represión que ha dejado al menos 100 fallecidos en los últimos tres meses: la anulación y confiscación del pasaporte venezolano, publica El Nuevo Herald.
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A por lo menos una decena de figuras de la oposición, entre ellos el ex candidato presidencial Henrique Capriles, se le ha anulado y retirado el pasaporte cuando entraban o salían del país, en su mayoría para asistir a actividades en el exterior que siguen contribuyendo al deterioro de la imagen del régimen chavista en la comunidad internacional.
Uno de los últimos reportes corresponde al diputado Carlos Berrizbeitia, a quien le quitaron su pasaporte en el aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía, denunció en su cuenta de la red social Twitter este lunes 24 de julio.
«Sigue la persecución», escribió en la red social acerca del hecho.
Berrizbeitia fue presidente del Comité de Postulaciones de la Asamblea Nacional que llevó a cabo el procedimiento para renovar a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que nombrados y juramentados el pasado viernes.
A otros dirigentes de la oposición también les han anulado sus pasaportes, como ocurrió con los diputados Américo De Grazia, Williams Dávila y Luis Florido; Ramón Muchacho, alcalde de Chacao; y el periodista César Miguel Rondón.
Aquiles Esté, especialista en mercadotecnia política, opina que esta práctica tiene “una razón de control, de intimidación [debido a que] esta gente [el chavismo] está entrando en una etapa absolutamente desesperada”.
Para Esté, el gobierno de Nicolás Maduro busca controlar la entrada y salida del país de esas personas con las trabas para tramitar el pasaporte, y ahora además los anula. “Es algo que le encanta a las dictaduras de izquierda, que estés encerrado, intimidado, controlado”, dijo a el Nuevo Herald en una entrevista telefónica.
Por esto, Esté no descarta que se pueda profundizar la práctica en un futuro para llegar a un esquema, como el cubano, de restringir la salida de los ciudadanos con un permiso especial. “Los venezolanos y la comunidad internacional vamos para 20 años de ‘yo no creo que…’ (…) En Venezuela, todos los abusos son posibles”.
La práctica ha sido defendida por el diputado chavista Elías Jaua, quien al mismo tiempo criticó los viajes que realiza la oposición: “Nosotros no nos ponemos a llorar porque nos anulan el pasaporte, como algunos que están quemando a Venezuela y se van todas las semanas para Nueva York”.
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