En la mañana de este miércoles, iglesias de varias ciudades del país aparecieron rayadas con graffitis donde se amenaza de muerte a los sacerdotes, en una nueva e inusual oleada de violencia contra la iglesia católica tras las protestas contra el gobierno nacional que se han escenificados desde hace dos semanas.
Ciudad Bolívar y San Cristóbal son dos de las ciudades donde algunas iglesias amanecieron con las pintas, lo que llevó a la diócesis tachirense a emitir un comunicado, en el que señala que los escritos «reflejan la tenebrosa intención de quienes lo hicieron: sembrar confusión, miedo y provocar respuestas violentas».
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«Los sacerdotes de nuestra Diócesis de San Cristóbal no se amilanan ni sienten amedrantamiento ante esas inmorales amenazas. Al contrario, es una nueva oportunidad para reafirmar la configuración al Buen Pastor, quien da la vida por sus ovejas», señala el comunicado firmado por el obispo Mario Moronta.
«Invitamos a toda la feligresía y a los hermanos de buena voluntad a que, sin dejar de orar por los sacerdotes, reafirmen su cercanía y amistad hacia cada uno de ellos«, y exigen investigar el origen de los mensajes.
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