La incoherencia manda en lo que respecta a los alcances reales del incremento reciente del cesta ticket socialista, pues mientras el gobierno celebra el aumento, más de 9,5 millones de trabajadores siguen quedando al margen de este beneficio.
Así lo señala Carlos Navarro, presidente de la central sindical ASI Venezuela, quien con base en los últimos datos dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), asegura que la cifra puede superar esta cantidad tomando en cuenta la población que ha alcanzado la edad para trabajar desde que no se actualiza la data.
“Solo me baso en las cifras del INE de 2016”, dice Navarro, quien recuerda que según el organismo gubernamental más de 14,1 millones de venezolanos están en edad de trabajar, pero ellos 5,4 millones se desempeñan en el sector informal (3,68 millones por cuenta propia, según la data oficial), quienes no reciben el bono alimentario.
A ello se suman los 1,02 millones de desempleados que según el INE existía a principios del año pasado, cifra que de acuerdo con algunos analistas se ha incrementado de manera considerable en los últimos meses como consecuencia del cierre de unidades productivas y comercios.
Esta cantidad sumaría más de 45% de la fuerza laboral venezolana, lo que significa que casi la mitad de los trabajadores nacionales no reciben el ticket alimenticio.
A estas cifras Navarro añade los más de 3,07 millones de jubilados y pensionados que según el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales existen en el país y quienes tampoco son beneficiarios de cesta ticket, pese a existir una ley aprobada por la Asamblea Nacional y ratificada por el Tribunal Supremo de Justicia que extiende hasta esta población la bonificación.
“Para nosotros los pensionados y jubilados también son trabajadores, así que tienen derecho a recibir el cesta ticket. Se les niega el derecho a la alimentación”, sentenció Navarro, quien recordó que incluso con la reciente alza del salario mínimo y el bono alimenticio, el salario integral que engloba estos conceptos cubre menos de un tercio de la canasta alimentaria, que según analistas privados cerró enero por encima de 621.000 bolívares.
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