Para Rubens Gil, comprar el antihipertensivo que toma se convirtió en algo prohibitivo. “En diciembre conseguí losartán potásico en menos de mil bolívares. Hace dos semanas lo estoy buscando y aunque las encontré, están entre 32.700 bolívares y hasta más. A ese precio es imposible comprarlas”, dice el ingeniero jubilado.
De hecho, el precio del medicamento a finales del año pasado era de Bs. 870, por lo que el nuevo valor significa un alza de más de 3.600%. En otras palabras, una caja de 30 grajeas representa más de 80% del salario mínimo nación de Bs. 40.638, lo que hace imposible adquirirlo para la mayoría de los pensionados, jubilados y quienes devenguen salario básico.
El alza obedece a que el gobierno ha permitido a algunas distribuidoras importar fármacos con dólares propios, lo que en la práctica significa adoptar la tasa libre para fijar el precio final.
“Los medicamentos están llegando por dos vías: gracias a los salvoconductos que se están otorgando para la compra en los estados fronterizos, y laboratorios que están importando con sus propios divisas”, dijo una fuente del sector que prefirió el anonimato.
Destacó aunque se supone el gobierno otorgaría dólares Dipro (Bs. 10) para la compra de materias primas y medicinas terminadas, la verdad es que desde octubre del año pasado la industria no recibe ni un solo dólar protegido.
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“Ningún laboratorio ha recibido un solo dólar. Todos están tratando de ver cómo pueden pagar la deuda con sus casas matrices para intentar que les suministren materia prima, pero hasta ahora no se ha conseguido nada”, dijo el vocero anónimo, recordando que la duda acumulada de todo el sector salud superaba en 2016 los 6.000 millones de dólares.
Señaló que la cantidad de fármacos que está arribando al país es insuficiente para satisfacer la demanda, que aun en medio de la restricción actual ronda los 33 millones de unidades mensuales, por lo que no escatima en afirmar que la caída para este año pudiera ser superior al 30% estimado inicialmente.
Por su parte, el presidente de la Federación Farmacéutica de Venezuela (Fefarven), Freddy Ceballos, afirmó que los medicamentos que se consiguen son fabricados por el laboratorio portugués Bluepharma, cuya distribución en el país corre por cuenta de la firma Dolofarma.
El farmacéutico destacó que mientras a esta casa se le permite traer medicinas a precios dolarizados, a los laboratorios nacionales se les niegan los dólares con los cuales pudieran producir más cantidad y a precios mucho menores.
“Nos van a dolarizar la salud y que la gente compre lo que pueda”, dijo Ceballos.
Según Fefarven, en el mercado hay una total ausencia de antibióticos (especialmente infantiles), anti hipertensivos, para el tratamiento de enfermedades del sistema nervioso y para la próstata, entre otros.
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