Tras un poco más de dos meses desde que la Superintendencia Nacional de Precios Justos (Sundde) allanó, decomisó y confiscó las instalaciones de la Distribuidora Kreisel de Venezuela C.A., mientras 64 trabajadores han estado a la deriva sin conocer cuál será su nueva relación laboral, reseñó Tal Cual.
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Hasta la fecha no han recibido respuesta satisfactoria, eso a pesar de que el Gobierno se quedó con 3.821.000 juguetes que la Guardia Nacional y funcionarios de la Sundde encontraron en un galpón propiedad de la empresa.
Los trabajadores tienen sus cuentas bancarias congeladas desde la intervención de la compañía el pasado nueve de diciembre de 2016 y, hasta la segunda semana de enero no habían podido ingresar a la empresa.
Han intentado exponer su situación hasta el Ministerio del Trabajo, pero de acuerdo a los trabajadores no han escuchado su difícil situación. Exhortaron además a la Defensoría del Pueblo a ocuparse del caso. Tampoco han tenido suerte.
«Prácticamente nos robaron. Nos robaron nuestros salarios y nuestras reivindicaciones y nuestra estabilidad laboral.
Tengo casi nueve años en la empresa y ahora de qué vive mi familia», dijo Nelson Salavarría, vendedor de Kreisel, quien junto a otros trabajadores acudió el pasado 30 de enero a la sede de la Sundde, ubicada en El Bosque.
Señalaron que entre los empleados se encuentran personas con hasta 29 años de labor en Kreisel de Venezuela, muchos de ellos adultos mayores que pasan los 61 años de edad.
«Hay personas que no han podido ir a las protestas porque no tienen ni para pagar el pasaje, mucho menos para comer», señaló Antonio Lima, vendedor.
Mientras declaraban, sus compañeros portaban pancartas con frases que denotan su delicada situación: «Sundde en dos días acabaste con 32 años de trayectoria de Kreisel y dejaste desempleados a 52 trabajadores», «Maduro y William Contreras 61 días sin cobrar», «Gobierno nos arrebató nuestra estabilidad laboral, tranquilidad psicológica y familiar de todos los trabajadores» y «Gracias a la Sundde y William Contreras somos los esqueletos jugueteros de Kreisel que no tenemos dinero para comprar comida».
Además de sus salarios, los trabajadores de la juguetera no han cobrado dos meses de cesta ticket, dos meses de guardería y dos meses de prestaciones sociales.
Entregaron por tercera vez en la Sundde un documento en el cual exponen sus planteamientos y peticiones, entre ellas la realización de un encuentro con la junta interventora para conocer detalles del proceso y razón sobre sus prestaciones sociales, así como del descongelamiento de sus cuentas bancarias.
María Isabel Da Silva, empleada de la juguetera, indicó que todos los días firman «los que pueden trasladarse» una lista para dejar constancia de la asistencia a la empresa.
«Tenemos miedo de que si no vamos, nos decreten abandono del trabajo».
Por si fuera poco, los trabajadores de Kreisel también denunciaron que han sido amedentrados por varios funcionarios desde que la empresa fue intervenida en diciembre.
Afirman que han sido amenazados para evitar que lleven a cabo las acciones de protestas para exigir sus derechos laborales.
Superintendencia no responde
El pasado 17 de enero, los trabajadores realizaron también una concentración, esa vez, en la sede de Kreisel ubicada en Boleíta Norte, en Caracas. En esa oportunidad, varias horas después, se acercó el presidente de la Sundde para escuchar sus planteamientos.
Durante el encuentro, el superintendente de ese organismo, William Contreras, aseguró que atendería sus inquietudes laborales, pero pasados ya más de 20 días aún no hay respuesta satisfactoria. Habrá que esperar si la nueva comunicación entregada esta semana, traerá sus frutos.
Los trabajadores de Kreisel afirmaron que se mantendrán en la calle protestando hasta que les resuelvan su situación laboral y salarial. Prevén acudir igualmente a la sede del Ministerio del Trabajo.
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